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México, D.F.- Elba Esther Gordillo, secretaria general del PRI y ex dirigente magisterial, comparecerá hoy ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, porque supuestamente ordenó el asesinato del profesor Misael Núñez Acosta en 1981.
El próximo viernes deberá acudir también Carlos Jongitud Barrios, antecesor de Gordillo en el liderazgo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a quien se responsabiliza también de la muerte de Núñez.
Los nombres de los maestros Elba Esther Gordillo Morales, Carlos Jongitud Barrios, Leonardo González Valera y Ramón Martínez Martín están asentados en la averiguación que inició la Fiscalía Especial el pasado 27 de agosto, a partir de denuncias de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
A raíz del homicidio de Núñez Acosta el 30 de enero de 1981, en marzo del siguiente año las autoridades judiciales de Tlalnepantla, estado de México, iniciaron una averiguación previa, en la que los presuntos asesinos materiales, Rufino Vences Peña, Joel Vences Hernández y Jorge Mejía Pizaña, supuestamente señalaron a Gordillo como la persona que ordenó la muerte de Núñez Acosta.
El 28 de agosto, Gordillo declaró ?no tengo nada de que avergonzarme ni de qué apenarme. Estoy dispuesta al juicio de la ley y de la ciudadanía a la hora que sea necesaria".
Dos días más tarde, durante una reunión del PRI, Gordillo envió otro mensaje: "Me siento agraviada porque sé que de mi casa me han acusado de asesinato que no he cometido. Me dispongo a ponerme en manos de la ley. No solicito que el PRI haga nada para defenderme, porque de mi pasado respondo yo".
De acuerdo con Pedro Ramírez, integrante del CNTE, ya han declarado ante la Fiscalía los maestros José González Figueroa, Germán Aguilar Olvera, Teodoro Palomino Gutiérrez, Juan José Altamirano, Ramón Cuoho, Víctor Echeverría, Roberto Reyes, Daniel Avila y Claudio Flores Osorio.
Los denunciantes han documentado ante la Fiscalía más de 30 casos entre los que destacan, además del de Misael Núñez, el de Modesto Patolzin Moysen, desaparecido en Oaxaca; de Pedro Palma, muerto en 1982 en Hidalgo; y Celso Wenceslao López Díaz, asesinado en Chiapas en 1987.
Además de Maricela Saucedo y Sergio Martínez Aguilera, quienes fallecieron en un accidente carretero en Michoacán, "pero para nosotros fue un asesinato, perpetrado unos días antes de que se realizara a el congreso de la CNTE en 1990".