Reuters
Francfort.- La posibilidad de una ofensiva militar estadounidense contra Saddam Hussein ronda los mercados financieros, que no se atreven a apostar a una recuperación hasta que Washington emprenda cualquier acción.
Los intensos esfuerzos de Estados Unidos para persuadir a sus aliados de que un cambio en el gobierno de Bagdad es necesario han convencido a los inversores de que un ataque es inevitable y es un riesgo para la reanudación del crecimiento hasta que pueda determinarse su duración y el impacto en los precios del petróleo.
Sin embargo, en el primer aniversario de los atentados del 11 de septiembre del año pasado en Estados Unidos, las comparaciones con la Guerra del Golfo de 1990-1991 han alentado la esperanzas de que una victoria rápida pueda darle un impulso a la economía global.
Los optimistas dicen que los precios del crudo hasta podrían caer si un nuevo gobierno en Bagdad vende sus abultadas reservas petroleras para reconstruir al país.
El petróleo es el principal canal por el cual se hace sentir la actual turbulencia en Oriente Medio en el mundo industrializado, y algunos expertos dicen que el mercado ya ha dado por descontado el ataque.
Después de que Iraq invadiera Kuwait el 2 de agosto de 1990, el petróleo alcanzó máximos de 40 dólares por barril pero luego los precios cayeron una vez que las fuerzas lideradas por Estados Unidos lanzaron la ofensiva terrestre y los operadores vieron que Bagdad no podía interrumpir el flujo de crudo de sus vecinos.
En días recientes, las posibilidades de que ocurra una nueva guerra han hecho que los precios del petróleo se disparen a niveles cercanos a 30 dólares por barril y los operadores atribuyen casi 5 dólares de esta alza en el precio a la amenaza de una acción militar liderada por Estados Unidos.
Los optimistas, que esperan una derrota rápida a Bagdad, prevén un repunte acelerado en los mercados de valores y se refieren a la recuperación después de la caída de Kabul, en enero de este año, así como otros repuntes después de otras amenazas globales como la crisis de los misiles cubanos en 1962.