SALTILLO, Coah.—El alcalde electo de Torreón, Guillermo Anaya Llamas, se comprometió a combatir la corrupción que se detecte al interior de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, para cambiarle el rostro, y a aplicar mano dura contra el “narcomenudeo” y la venta clandestina de bebidas alcohólicas, en el municipio lagunero.
Entrevistado al término de una reunión oficial del gobierno estatal, el presidente municipal entrante dijo que buscará una amplia colaboración de parte de las procuradurías de Justicia del estado y de la federación, para abatir los índices de delincuencia; “aunque nosotros tenemos que hacer lo propio”, expresó.
Dijo que hoy se reunirá en la capital del país con autoridades federales, para tratar aspectos de seguridad pública que afectan a Torreón, a fin de obtener su colaboración.
Indicó que en materia de seguridad pública, una de sus principales preocupaciones, es combatir la corrupción policíaca y que, de ser necesario, “habrá una depuración” desde oficiales hasta policías rasos.
PIDIÓ CALMA EN EL ASUNTO DE LA TRATADORA
Anaya Llamas, en otros aspectos, no descartó la posibilidad de que hubiera intereses particulares en un eventual apresuramiento, para que la planta tratadora de aguas residuales entre en funcionamiento antes de que termine la actual administración, según le preguntó EL SIGLO conforme a un desplegado publicado ayer en este medio.
P.- ¿Siente que hay un apresuramiento que pudiera crearle problemas a su próxima administración?-
R.- “A lo mejor hay intereses de particulares que están presionando a la actual administración, y lo que veo es que tenemos que tomar las cosas con mucha calma y con más prudencia, para no incurrir en actos que violenten el derecho o que perjudiquen económicamente a la ciudad”.
Aclaró, que de acuerdo a las nuevas normas, su administración podrá disponer de 30 días después de la toma de posesión, para llamar a cuentas para cualquier aclaración a los funcionarios del SIMAS, “no tan sólo para ver qué encontramos, sino para que todo este en orden”.