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MÉXICO, D.F.- Cada tarde los hermanos Martín y Guillermo Gramática se juntaban en el campo cercano a su casa para patear el balón.
Don Guillermo, el padre, gritaba a todo pulmón "péguenle de todos lados. Reviéntenla. Denle con todo al arco".
Eran los años en que los Gramática profesaban como cualquier familia argentina un ferviente amor por el futbol soccer.
Un ayer en el que no sabían de tacleadas. Jamás escucharon la palabra Supertazón.
Los años pasaron y el viento empujó a los Gramática rumbo al norte. En busca del Sueño Americano. A Estados Unidos.
Hoy en día, Martín y Guillermo siguen pateando un balón, pero en lugar de tener gajos, es un ovoide y lo hacen nada menos que en la NFL.
Martín va por su cuarto año con los Bucaneros de Tampa Bay; Guillermo (o Bill, como le llaman los estadounidenses), lleva dos años con los Cardenales de Arizona, mientras que Santiago, el más chico, está haciendo carrera en la universidad para llegar en un par de años, al nivel de sus hermanos.
Los Gramática cruzaron un camino lleno de obstáculos y anécdotas, entre las cuales sobresale una breve irrupción en el futbol mexicano, cuando Martín y Guillermo jugaron algunos partidos en las fuerzas básicas del Necaxa y Pachuca.
Caprichos del deporte...
Pies que pegan como martillo Relata Guillermo, "Guillo" para su familia: "Todos en la familia le pegan duro al balón. Hasta mi padre, quien llegó a probar suerte con el San Lorenzo de la liga profesional de Argentina".
Dice que Martín siempre se vio como un chico con excelentes aptitudes físicas, mientras que él se autodefine como el hiperactivo. Cuenta que frecuentemente su hermano mayor tenía que darse de golpes con los del equipo contrario debido a los líos que "Guillo" provocaba.
Una tarde de 1984, don Guillermo les anunció que se mudarían a Estados Unidos.
Martín recuerda: "Llegamos como cualquier familia de inmigrantes; no entendíamos nada los deportes que se jugaban acá".
"Guillo" introdujo el futbol americano en la vida de los Gramática cuando estudiaba la preparatoria: "Me encantó el reto de pegarle a un ovoide a una distancia que jamás se podría admitir en nuestro futbol".
Del Necaxa y Maradona El futbol soccer nunca se fue de la vida de los Gramática.
La familia se confiesa fervientes seguidores del Boca Juniors.
"Guillo" cuenta: "El año pasado entrevistaron a Martín para un programa deportivo de Argentina vía satélite. De pronto, dijeron que Diego Armando Maradona estaba en el foro, quien se quedó mudo de la emoción el mismísimo Maradona le quería felicitar por sus logros!".
Aunque nunca contemplaron al futbol soccer como una opción profesional, la amistad que don Guillermo guardaba con Roberto Saporiti de sus años de juventud, permitió que durante una visita de los Gramática a México en 1994, Martín jugara algunos partidos con la reserva del Necaxa.
"Fue inolvidable. Necaxa tenía un gran equipo. Estaban Ivo Bassay y Alberto García Aspe. Durante los juegos que estuve como delantero me marcó Efraín ?Cuchillo? Herrera".
La amistad se prolongó con Andrés Fassi, quien tiempo más tarde le permitió a "Guillo" probar fortuna en los Tuzos del Pachuca.
La NFL en su bolsillo
A partir de la llegada de Martín a la NFL en 1999, los éxitos acompañan a los Gramática.
En su primer año, Martín rompió todos los récords de pateador que existían en los Bucaneros.
Con la llegada de "Guillo" a la liga en el 2001, sólo fue cuestión de tiempo para que realizaran una hazaña de tamaño mayor.
El 3 de diciembre del 2001 los Gramática consiguieron los goles de campo para que sus equipos triunfaran en tiempo extra, siendo la primera ocasión en que un caso así sucede.
El futuro luce con buena fortuna para el clan. Martín juega para uno de los mejores equipos; Guillermo mantiene un buen nivel de juego con los Cardenales y Santiago es uno de los mejores prospectos colegiales como pateador. En dos años termina su elegibilidad.
En el futuro, seguirán los gritos de don Guillermo desde la tribuna de cualquier estadio de la NFL para sus hijos: "Péguenle de todos lados. Reviéntenla. Denle con todo al arco".