Guadalajara, Jal., a 28 de agosto de 2002.-Humberto Baca quisiera ser poeta. No puede y dice que por eso escribe sobre placas -en lugar de papel- grabados -en vez de versos-. Como artista de esta disciplina del grabado de la que se siente presa, reconoce que su tema es la línea, apartándose de la fuerte influencia que ha ejercido la figura humana en gran parte de la plástica jalisciense.
Su concepción del grabado como “la limitación máxima de medios”, es otra de las razones que explican su dedicación casi exclusiva a este tipo de arte, “en el que casi no hay medios expresivos; solamente está la línea, mientras que en la pintura está el color, la veladura... En el grabado no tienes nada salvo una línea, la línea negra, y con eso hay que lograr color, textura, profundidad, formas y crear todo un universo”.
Humberto Baca resume su fascinación por el arte de grabar precisamente en la cantidad de posibilidades creativas que ofrece a pesar de la limitación de elementos con la que también cuenta. En su memoria resuenan las palabras del poeta que defendía que donde está lo difícil está lo interesante y las recuerda para explicar su vocación artística: “Me gusta el grabado porque es difícil y permanecer del lado difícil de las cosas es una garantía de que algo bueno está ahí”.
En su trabajo, Humberto Baca enfoca toda su energía a experimentar o a buscar todos los recursos expresivos que ofrece el lenguaje del grabado en todo su proceso, desde la labor con las placas, la elección del papel, la cantidad de tintas a emplear y el cuidado de la impresión.
La exposición Invenit et incidit (título que toma nombre de la forma en la que antiguamente se firmaban las placas cuando un mismo autor la concebía y la grababa: creador y grabador) que acogerá a partir del próximo viernes las salas del Museo-Taller J. C. Orozco, da cuenta de un proceso creativo de Humberto Baca que arranca de una visión propiamente arquitectónica o narrativa de la composición y en esa evolución va desnudándola del andamiaje para dar mayor peso al juego o a la escritura de líneas, a los textos visuales, a las formas en sí mismas. El recorrido por esta muestra de 33 grabados en los que domina la técnica del aguafuerte y la punta seca, es un paseo visual por paisajes y edificios tapatíos fácilmente identificables (el Hospital Civil, el interior del Panteón de Belén, el Museo Regional, la Catedral, el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, el Hospicio Cabañas, las columnas del Teatro Degollado, entre otros) hasta otros realizados por el autor dentro de una abstracción absoluta.
En ese sentido, Humberto Baca recomienda que la exposición Invenit et incidit “se debe leer, más que ver”, de ahí que para facilitar una buena lectura el artista gráfico dedique grandes esfuerzos en definir las líneas y en trazar las placas “hasta el punto de hacer que sufran”.
Y otro consejo: la mejor manera de apreciar un grabado es desde bastante distancia o desde muy cerca, “para comprender esto que digo de que es escritura o más bien un pretexto, entendido como un texto previo al texto que a mí me interesa: el de la línea y la manera en que la trama sucede”.
Organizada por el Instituto Cultural Cabañas y la Secretaría de Cultura, la exposición de grabado Invenit et incidit de Humberto Baca se inaugurará el próximo viernes 30 de agosto, a las 20:30 horas, en el Museo-Taller J. C. Orozco (Aurelio Aceves 27, colonia Arcos Vallarta), donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 5 de octubre.