Nueva York,(EFE).- Miles de neoyorquinos desafiaron hoy temperaturas inferiores a los cero grados centígrados para asistir a la iluminación del árbol de Navidad en el Centro Rockefeller de Manhattan, que contó este año con ayuda desde el espacio.
El comandante estadounidense Kenneth Bowersox y los ingenieros de vuelo Donald Petit y Nikolai Budarin, desde la estación espacial internacional "Alfa", realizaron la cuenta atrás para el encendido del gigantesco árbol navideño.
"En nombre de la NASA y de la estación espacial internacional, es un gran honor para los miembros de la expedición 6 participar en esta ceremonia", declaró Bowersox, quien tomó el 29 de noviembre el relevo del mando de la estación en la que trabajarán hasta marzo.
"Listos muchachos. A 386 kilómetros en el espacio, ahí vamos", dijo el comandante instantes antes de iniciar la cuenta regresiva de diez, al final de la cual el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg y Jerry Speyer, co-propietario del centro Rockefeller accionaran el dispositivo de iluminación.
El árbol de 23 metros de altura y adornado con 30.000 bombillas multicolores conectadas por 8 kilómetros de cable, lucirá hasta el 7 de enero y se convertirá, como en otras ocasiones, en uno de los principales puntos de atracción para turistas y visitantes durante la época navideña.
"Este árbol es un símbolo de esperanza durante las festividades", manifestó el presentador Al Roker, quien junto a su compañera Ann Curry, condujeron la transmisión nocturna, que durante dos horas en directo ofreció la cadena televisiva NBC,
Las siete toneladas de exultante vegetación, con aproximadamente 75 años de edad, fueron trasladadas este año desde la propiedad que el matrimonio Carmine y Mary Rizzo tienen en la localidad de Bloomsbury (Nueva Jersey).
Los aledaños de la famosa pista de patinaje sobre hielo que hay en la plaza Rockefeller se transformaron hoy en escenarios sobre los que artistas tan diversos como Barry Manilow, Sheryl Crow, Michelle Branch, la compañía del musical "Hairspray" o las inconfundibles "Rockettes" del Radio City Musical Hall deleitaron a los telespectadores y a los sufridos asistentes al evento.
Equipados con abrigos, guantes, gorras y mantas, un público conformado por muchas nacionalidades esperó con paciencia el comienzo de la ceremonia, algunos desde primeras horas de la mañana, para conseguir una buena posición entre la multitud.
La tradición de iluminar un gigantesco árbol en el corazón de Manhattan se remonta a 1931, y los pioneros fueron precisamente los trabajadores que intervenían en la construcción del complejo Rockefeller.
Las autoridades neoyorquinas establecieron hoy estrictas medidas de seguridad en la zona y sus alrededores, y desde primeras horas de la tarde suspendieron el tráfico en un área comprendida entre la calle 48 y la 51 y entre la Quinta y Sexta avenidas.