Reducido espacio para el público y el elevador sube solamente al cuarto piso para una empresa privada, sin parar en otros niveles inferiores
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Para quienes tienen la necesidad de acudir a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, resultó contraproducente el cambio de oficinas del cuarto piso del Edificio Durango al tercer nivel del inmueble que se localiza en la esquina de bulevar Miguel Alemán y avenida Mina, pues son mayores las incomodidades que las ventajas que se ofrecen en este sitio.
El elevador del edificio de Alemán y Mina está programado para prestar el servicio sólo a quienes se desplazan hasta el cuarto piso, de manera que es necesario subir las escaleras para llegar a la sede del tribunal laboral.
En una parte del primer piso sólo funciona una escuela de inglés; el resto de ese nivel y el segundo están prácticamente vacíos, malolientes, oscuros y desaprovechados, por lo tanto son objeto del abandono y la suciedad acumulada, incluso se prestan como sitio para que ocurran fechorías o actos delictivos contra quienes atraviesan las escaleras, pues no hay una sola persona que vigile ni se han hecho las adaptaciones para clausurar accesos a las áreas desocupadas.
En el interior de las oficinas, quienes acuden a celebrar audiencias con motivo de demandas laborales se ven obligados a permanecer de pie todo el tiempo que dure la diligencia, pues como parte de las adaptaciones se dispuso la colocación de una valla que los divide del sitio de trabajo de los actuarios.
A ese respecto, Ventura Zúñiga, quien ayer acompañó a su hija a comparecer en una de las audiencias, consideró que es poco humano que no haya ni un sitio destinado a quienes hacen espera, por lo que ya había permanecido más de una hora sin encontrar asiento.
Se pierden los exhortos
El abogado laboralista Julio Octavio Briceño Ramírez, dijo que no es apropiado el lugar porque faltan sillas y el acceso a las oficinas de la JLCA es difícil; no se puede tener contacto con los secretarios o el Presidente y todo esto se vuelve más pesado cuando se trata de clientes de edad avanzada que demandan un trato especial.
Lo peor del caso, dijo, es que la Junta Local actúa con preferencias y en este sentido, denunció que desde principios de mes se extravió el exhorto de una demanda laboral promovida por su cliente, de nombre Roberto Ramírez.
El personal de la Junta ha argumentado el supuesto extravío del documento para favorecer al demandado Juan Manuel Vargas Ramírez, quien se desempeña como perito valuador en la oficina y enfrenta una demanda por despido injustificado en perjuicio de Roberto Ramírez, quien trabajó para él cuando éste era propietario de un bar en la vecina ciudad de Torreón.
El abogado consideró que los encargados de la Junta no pueden esconder documentos con tal de que no se realicen las diligencias en que están involucrados sus propios trabajadores, lo que demuestra niveles de corrupción que deben ser atacados por los superiores del Estado de Durango.
Cambios no agradan a las personas
José Bermúdez Cisneros, presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, consideró que los cambios no siempre agradan a todas las personas, pero se están empleando sistemas de trabajo similares a los que operan en ciudades más avanzadas en el país.
No hay tiempo para que los abogados y demandantes permanezcan sentados durante las audiencias; el problema, dijo, es que los litigantes están acostumbrados a prolongar las diligencias porque no acuden preparados con pruebas por escrito ni preguntas ya formuladas.
En cuanto al funcionamiento del elevador, dijo que ya se hizo la solicitud para que también preste el servicio en el tercer nivel del edificio, pues se requiere la intervención de un técnico en electrónica que lo desprograme.
Sobre la pérdida de expedientes dijo que esto no es ninguna novedad, pues la Junta maneja infinidad de demandas laborales y debe tomarse en cuenta que todavía están acumuladas en las antiguas oficinas del Edificio Durango, cerca de tres toneladas de papelería de expedientes que deben ser integrados al banco de información, para lo cual se realiza la elaboración de un banco de datos computarizado del cual se tiene un avance del 25 por ciento.
Diariamente, la Junta de Conciliación y Arbitraje realiza un promedio de doce a quince audiencias de demandas laborales.