Reuters
Villavicencio, Colombia.- La policía descubrió una fábrica de granadas del principal grupo rebelde de Colombia, frustrando una serie de ataques similares al que se registró durante la toma de posesión del presidente Álvaro Uribe, dijo ayer un alto oficial.
El comandante de la unidad especializada en la lucha contra la extorsión y secuestro de la policía nacional, coronel Rafael Hernán Cely, aseguró que la fábrica fue descubierta en las afueras de Villavicencio, capital del departamento del Meta, 70 kilómetros al sureste de Bogotá.
“Se logró incautar 698 ojivas de granadas, 46 granadas armadas y listas para ser lanzadas. Se neutralizó una acción terrorista, 20 días antes se había incautado una tonelada de explosivos”, declaró el oficial.
En el lugar donde funcionaba la fábrica, perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se encontraron tornos, taladros y maquinaria industrial. Dos personas fueron capturadas en la operación policial que concluyó el jueves en la noche.
Las granadas son similares a las que lanzaron las FARC el 7 de agosto sobre el centro y norte de Bogotá, durante la ceremonia de toma de posesión del presidente Uribe, ataques que dejaron 21 personas muertas y 60 más heridas.
Al menos una de las granadas disparadas en esa ocasión impactó el palacio presidencial, en momentos en que Uribe juraba ante el Congreso, a escasas dos cuadras del lugar.
Las autoridades militares y de policía dijeron después de los ataques de agosto que las granadas artesanales, lanzadas desde morteros de fabricación casera, fueron elaboradas con asesoría de grupos internacionales como el Ejército Republicano Irlandés.
Nuevo golpe
Cely sostuvo que de acuerdo con las informaciones preliminares, las granadas confiscadas en Villavicencio iban a ser usadas para una nueva escalada de ataques en Bogotá, que incluiría sedes gubernamentales, militares y de la policía.
Hace dos semanas la Fiscalía General de la Nación descubrió una fábrica similar en Bogotá y confiscó cientos de granadas.
Fuentes de seguridad sostienen que las FARC están desarrollando una incipiente industria militar.
Por otra parte, el comandante de la Fuerza Aérea, general Héctor Fabio Velasco, dijo que unos 200 guerrilleros de las FARC murieron durante el bombardeo a dos campamentos rebeldes en una zona selvática y montañosa cercana al municipio de Ituango, en el noroccidental departamento de Antioquia.
“Tenemos información, información de inteligencia humana, de que en unas operaciones que hicimos sobre dos campamentos de Ituango, tuvimos aproximadamente 200 guerrilleros dados de baja”, declaró el oficial a periodistas.
Pero la versión no pudo ser confirmada en fuentes independientes. Tampoco fueron mostrados los cadáveres de los rebeldes a la prensa.
Normalmente las partes enfrentadas en medio de un conflicto interno de casi cuatro décadas y que dejó 40,000 muertos en los últimos dos lustros, suelen magnificar las bajas enemigas.
Las FARC es el más numeroso grupo guerrillero de Colombia y cuenta con unos 17,000 combatientes.
Uribe se propone aumentar el gasto militar, duplicar el número de soldados y policías y crear una red de un millón de informantes dentro de su estrategia para contener la violencia de la guerrilla y de los paramilitares de ultraderecha.
Hace una semana el mandatario, de 50 años y disidente del Partido Liberal, concedió facultades excepcionales a las Fuerzas Armadas para realizar detenciones sin orden judicial y agilizar interceptaciones de comunicaciones y allanamientos.