Reuters
SYDNEY, Australia.- Miles de bomberos y propietarios de casas armados con mangueras combatían ayer los incendios forestales alrededor de Sydney, mientras helicópteros sobrevolaban casi a ciegas sobre densas nubes de humo negro, lanzando toneladas de agua sobre las llamas.
Los fuertes vientos alimentaron las llamas por segundo día consecutivo, amenazando con hacer realidad los temores de que la sequía de este año, la peor en un siglo, haga sufrir al continente de 20 millones de habitantes su peor temporada de incendios forestales.
El humo negro sobresalía por encima de la mayor ciudad de Australia en la medida en que decenas de incendios forestales avanzaban sobre suburbios semi rurales, destruyendo al menos 20 casas y causando la muerte de un hombre.
Las ráfagas de aire seco y temperaturas de cerca de 30 grados centígrados propiciaron 60 incendios que comenzaron súbitamente el miércoles, tensando al máximo los recursos de los bomberos.
Hay más de 75 fuegos forestales en el estado de Nueva Gales del Sur.
?El entorno inmediato de Sydney probablemente no ha enfrentado una amenaza como ésta en 20 ó 30 años?, dijo Phil Koperberg, comisionado de servicio rural de bomberos para el estado.
El primer ministro australiano, John Howard, ofreció el ejército para ayudar a sofocar los incendios en Sydney.
Durante la madrugada, los bomberos tuvieron un alivio en algunas zonas debido a lluvias que cayeron con cierta intensidad, pero los meteorólogos no están seguros de que ésta continúe o que incluso abarque todas las áreas donde existen incendios.
?Oh, al fin la lluvia. Está lloviendo fuerte y eso ayuda a que los incendios se aplaquen?, dijo Natalie, una residente de la Montañas Azules que rodean a Sydney, en un programa radial.
Sin embargo, otros residentes llamaron para decir que estaban siendo evacuados de sus casas al norte de Sydney debido a que las llamas se aproximaban ya a sus hogares.
En el norteño suburbio de Glenorie 15 casas fueron consumidas por las llamas durante la noche. Los bomberos declararon al suburbio, donde aún hay un incendio, el principal punto de peligro para Sydney.
Koperberg dijo que sólo se perdió una casa ayer. ?Hay cientos de casas allá hoy que han tenido incendios hasta cerca de la puerta principal o la trasera y aún están de pie?, indicó.
Al menos 30 de los incendios en Sydney comenzaron casi simultáneamente, provocando sospechas de una acción premeditada, y otros pueden haber sido desatados por cigarrillos.
Durante la Navidad del año pasado un muro de llamas rodeó a Sydney ?una ciudad de cuatro millones de habitantes? y algunos de esos incendios fueron provocados deliberadamente.
Las llamas destruyeron cerca de 770,000 hectáreas y destruyeron 109 casas en los alrededores de Sydney. Para fines de noviembre de este año, 470,000 hectáreas en el estado de Nueva Gales del Sur ya habían sido devastadas por los incendios.