MATAMOROS, COAH.- ¡El uso de mandil y gorro blanco!... una disposición de la Dirección de Servicios Públicos, a los vendedores ambulantes que manejan alimentos, no se cumplió por parte de la mayoría de los comerciantes que se dedican al comercio informal.
La instrucción fue dicha personalmente por Sergio Ayup Silveti, director de los Servicios Públicos Municipales, para hacer cumplir la Ley de Salud, debido a los casos de hepatitis A detectados en niños de este municipio, a manera de prevención el funcionario visitó a los vendedores ambulantes, les indicó que la disposición la impuso la Secretaría de Salud, Regulación Sanitaria No. VI-Torreón-Matamoros y Viesca.
Todos los comerciantes que se dedican a la venta de comida en la calle, dijeron ¡Sí!... de inmediato empezarían a usar el mandil blanco y un gorro del mismo color, agua para lavar las manos, las uñas bien cortadas y limpias, el problema es que a tres días de la petición hecha por la autoridad, no todos los vendedores ambulantes aceptaron y menos todavía, cumplieron.
Los puntos de venta, en donde se localizan los carritos ambulantes, fueron detectados después de un recorrido realizado, en las calles y avenidas alrededor del Mercado Miguel Hidalgo, por la Alatorre, Carranza, Niños Héroes, Cuauhtémoc, en otras vialidades como Hidalgo e Independencia.
Los puestos de la Pabellón e Hidalgo, señalaron sus dueños que empezarán a utilizar el mandil y el gorro hasta el próximo lunes, considerando que tampoco los pueden obligar de un día a otro a estar uniformados.
Las Quejas
Numerosos vecinos de diferentes partes de la ciudad, se quejaron de varios puestos ambulantes, fijos y semi-fijos que funcionan en la noche, "a éstos nadie les dice nada”, luego que en la noche no andan los inspectores.
Por mencionar algunas esquinas, se ubican en la noche los puestos en la Ortega y González, Ortega e Independencia, Independencia y Alatorre, entre otros.
Los operativos deberían ser en la noche y no de día, porque en el horario nocturno, ni siquiera se puede ver la comida que tienen en la mano.
Otra de las quejas consistió en que siempre a los vendedores ambulantes del primer cuadro de la localidad o centro comercial, los acusan de todo, "existe hepatitis entre los habitantes de esta ciudad, culpables, los comerciantes de los puestos que están en el centro”, mientras que todos aquéllos que van a vender a la escuela, nadie les dice nada.
Otra protesta de parte de quienes se dicen afectados por ser vendedores ambulantes, es que mejor sería que "revisen” el agua potable, quizá está sucia y tiene los virus y las bacterias que mantienen enfermos de muchos males a los niños y las personas de todas las edades.
Comprar el mandil y el gorro, es otro gasto, hasta dónde vamos a llegar y hasta cuándo nos van a dejar vender en paz, señalaron los dueños de los puestos.
Los cumplidores
Entre los comerciantes ambulantes que cumplieron con el uso del mandil y el gorro, están los de la Cortinas y Carranza, la Alatorre y Carranza, la dueña del puesto cumplió con el mandil, y sólo se recogió el cabello, señaló que no es femenino para las mujeres portar gorro en la cabeza, en la calle Niños Héroes, entre la Carranza e Hidalgo, en este puesto la dueña se puso su mandil y una pañoleta blanca en la cabeza a falta del gorro.
Otros cumplidores fueron los de la Asociación de Comerciantes Ambulantes, Puestos Fijos y Semi-Fijos, "Graciela Fernández de Onofre”, secretario general, Rito Rodríguez Martínez.
Al respecto aseguró en nombre de sus representados, que Sergio Ayup Silveti les pidió el favor en buena forma y les explicó que las medidas de salud e higiene, son por los varios casos de hepatitis que se han registrado entre la población.
Inmediatamente ellos buscaron la manera de conseguir el mandil y el gorro, es un gasto extra, pero de todas las disposiciones que marca la autoridad, los integrantes de dicha agrupación son los cumplidores, incluso dijo a la sociedad matamorense, le consta que en otras ocasiones "somos los únicos que hemos acatado las órdenes”.
A río revuelto...
Mientras los vendedores ambulantes de Matamoros estaban con lo del uniforme, el mandil y el gorro, “me lo pongo, no lo quiero, mejor no lo uso”, entre otros conflictos hasta de tipo personal, una o dos camionetas, con productores de Camargo, Chihuahua, se metieron al centro comercial a vender manzana, naranja, durazno, pera, entre otras frutas.
El cliente fue el beneficiado porque el precio es excelente y el producto también, los afectados comerciantes establecidos y ambulantes de Matamoros, quienes mientras sigan en constante pleito y sin unirse para lograr mejores perspectivas en su beneficio, definitivamente "otros” serán los beneficiados, fue el comentario de quienes fueron testigos de lo que sucedió.
Al preguntar (los comerciantes de Matamoros), a los vendedores del Estado de Chihuahua, la manera de entrar a Matamoros, ¿cómo le hicieron?... y ¿el permiso para vender, en dónde está?... contestaron: "así llegamos siempre, al ratito llegará una persona (no dijo quién) le pagamos una cuota y finalmente nos vamos”.