TORREÓN, COAH.- Fue autorizada la construcción de un tubo derivador de aguas de la planta tratadora al cárcamo San Miguel y con el interés que existe de por lo menos seis industrias en adquirir el producto, permitiría financiar la construcción de las redes conductoras y abatir así el costo del saneamiento para los usuarios domésticos, en caso de que llegara a aprobarse su aplicación.
El cobro del concepto “saneamiento” mediante los recibos mensuales de agua potable que envía el Simas a los usuarios domésticos recibió anteayer el rotundo rechazo del sector empresarial que lo considera injusto e improcedente, pues el compromiso era que los beneficiados con la obra cubrieran el tratamiento y que ésta fuera rentable totalmente.
Ayer el alcalde Javier Garza de la Garza indicó que conforme los resultados de la reunión extraordinaria del Consejo de Administración del Simas, de entrada se aprobó construir el tubo derivador, de la salida de la planta ubicada en el ejido “Rancho Alegre” hasta el cárcamo San Miguel situado a una distancia menor de los 3 kilómetros, lo que evitaría crear una red de 7 kilómetros a un costo de 15 millones de pesos.
El costo, cuándo y cómo se financiará esta línea conductora, se decidirá en una próxima reunión, ya que se abordaron otros aspectos más importantes como el hecho de que ya no es sólo el sector agropecuario el interesado en formar parte del padrón de usuarios de las aguas tratadas, pues las 6 industrias situadas al sur-oriente de la ciudad pretenden participar y obtener el beneficio al precio que se fije y que también está pendiente de concretarse.
Sin monopolios para evitar especulación
Otra de las propuestas que se tuvieron en la reciente reunión fue la de formar una especie de tres bloques para ampliar el mercado de usuarios de las aguas pero además, alejar el peligro de monopolios y especulaciones con el agua tratada.
Además, el objetivo es que las actividades de la planta tratadora sean totalmente rentables de manera que no se tenga que gravar en los recibos por consumo de agua potable para los usuarios domésticos, el concepto de saneamiento, por la dura carga económica que significaría, ya que sería obligado.
Explicó Garza de la Garza que los miembros del Consejo de Administración en primer lugar autorizaron la construcción del tubo derivador de aguas tratadas hasta el cárcamo San Miguel y de ahí, se formarían tres bloques o se organizarían tres grupos para conducir el agua tratada, al sur, al norte y al oriente.
En el caso del sur particularmente, la idea es acercar el agua hacia la zona industrial de Mieleras considerada una prioridad, dado el interés de industrias de aquella parte para obtener el producto y que necesariamente instalarían sus redes conductoras, junto con otros usuarios agrícolas.
Por lo que hace a la parte norte y la oriente de acuerdo con la ubicación de la planta en el ejido “Rancho Alegre”, la mayoría son usuarios agrícolas que también serían obligados a colocar su infraestructura.
Venderle a industriales el agua tratada, significaría la oportunidad de conseguir mejor precio del producto, lo que no se lograría de tener sólo el mercado agrícola.
Del por qué no se aprobó colocar el tendido hasta la Vega del Caracol es porque aunque se pensó que era un cuerpo de agua nacional, se sabe ahora que tiene dueños y es propiedad privada.
Adicionalmente, el Alcalde informó que se proyecta empezar el funcionamiento de la planta tratadora de aguas residuales para mediados del mes de octubre, una vez que comience el llenado de las lagunas de oxidación.