Londres, Inglaterra.- Un informe británico que acusó a Iraq de desarrollar armas de exterminio masivo llevó ayer a un enfrentamiento entre los líderes mundiales que defienden la necesidad de atacar a Bagdad y los que tratan de evitar la guerra.
Dos miembros permanentes clave del Consejo de Seguridad de la ONU siguen sin estar convencidos. Rusia rechazó el “furor de propaganda” en torno al informe británico y Francia dijo que todavía no vio pruebas que respalden las acusaciones.
Sin embargo, el informe ganó la simpatía de otros países, y China, otro miembro permanente del consejo, advirtió que Bagdad corría el riesgo de perder la protección internacional si no cooperaba convincentemente con los inspectores de armas de la ONU.
El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, no descartó una operación destinada a derrocar a al presidente iraquí Saddam Hussein a pesar de que éste eventualmente coopere con los inspectores.
“Estados Unidos sigue creyendo que la mejor forma de desarmar a Iraq es por medio de un cambio de régimen”, dijo Powell durante una entrevista.
“La presión se debe mantener sobre Iraq hasta que la ONU quede satisfecha de que no cuenta con esas armas o le permita ingresar a los inspectores para asegurarse de eso — esa es la única forma de hacerlo — y luego veremos si eso es lo adecuado o se necesita más acción”, dijo a la radioemisora británica BBC.
En la región, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, voló hacia Arabia Saudita para reunirse con el príncipe Abdallah en un esfuerzo diplomático de última hora para evitar la guerra.
Iraq rechazó el informe del primer ministro británico, Tony Blair, y catalogó como “mentiras” las acusaciones de que está almacenando armas químicas y biológicas mientras tratar de adquirir capacidad nuclear.
“Este informe está lleno de propaganda falsa que no cuenta con evidencia material ni convincente”, dijo un comunicado iraquí emitido en una reunión de gabinete presidida por Hussein.
Funcionarios iraquíes mostraron apresuradamente las fábricas a periodistas británicos, las mismas que en el informe se dice se elaboran armas de exterminio masivo. Las fábricas sólo tienen utilidad pacífica, dijeron los iraquíes.
Iraq ha ofrecido permitir el regreso incondicional de los inspectores de la ONU, que se fueron del país en 1998. Pero Blair y el presidente estadounidense, George W. Bush, dicen que el ofrecimiento es un parte de un plan para evitar un ataque militar.
Rusia rechaza propaganda
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Igor Ivanov, dijo que sólo los inspectores pueden verificar las acusaciones británicas.
“Pienso que sólo los especialistas y expertos pueden juzgar si Iraq tiene o no armas de exterminio masivo. Por eso buscamos que los inspectores regresen a Iraq lo más rápido posible”, dijo a periodistas en Moscú.
“Por eso nos parece que no vale la pena crear el furor de una propaganda alrededor de este informe. Debemos esperar las conclusiones de los expertos”, agregó.
El gobierno francés también dijo que todavía no está convencido.
“Hemos aceptado las evaluaciones de los británicos y las estamos comparando con las nuestras”, dijo un portavoz del Ministerio del Exterior en París, añadiendo que el presidente Jacques Chirac había visto indicios, pero no pruebas que apoyen las acusaciones de Blair.
Sin embargo, sí hubo señales de cambio en la política de otro peso pesado de la ONU, China. El Ministerio del Exterior chino dijo el martes que Beijing consideraría una posible resolución de la ONU autorizando ataques si Iraq no cumple con las órdenes de los inspectores de armas.
El diario oficial en inglés, China Daily, dijo ayer en un fuerte editorial dirigido a Hussein que el líder iraquí debe cumplir su promesa de cooperar con los inspectores o se arriesgará a perder la protección internacional.
“Esta es la última oportunidad para Saddam Hussein de evitar que los estadounidenses tengan un caso legal contra él”, publicó.
“Un fracaso iraquí para satisfacer los requisitos de los inspectores le podría dar a Bush la excusa que busca para llevar a cabo por la fuerza su plan de ‘cambio de régimen’ en Iraq”.
Se suman otros países
Otros países muestran señales de alinearse junto a Washington y Londres.
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, quien estuvo analizando en Varsovia el tema Iraq junto a otros ministros de Defensa de los países de la OTAN, dijo que su reunión iba “muy bien”.
España catalogó la presentación estadounidense en la reunión como “muy interesante y convincente”. El ministro de Defensa de ese país Federico Trillo dijo que “ahora esperamos acción por parte de las Naciones Unidas y quizás una nueva resolución”.
El primer ministro australiano, John Howard, quien se reunió el martes con Blair, dijo a periodistas que el informe presentaba un caso convincente.