NUEVA YORK, NY.- Se han consumido seis meses de competencia y ha quedado puesta la mesa para el plato fuerte de cada campaña en las Grandes Ligas: los juegos de play off.
Los ocho conjuntos que siguen con vida ya velan armas para iniciar las respectivas batallas rumbo a la Serie Mundial y están por brindarnos las acostumbradas emociones de cada mes de octubre, pero también están las historias de aquellos que se quedaron en el camino tanto en lo colectivo como en lo individual.
En la Liga Americana, hoy, martes 1 de octubre, el pleybol se canta en Oakland, donde los Atléticos con su abridor, Tim Hudson (15-9), reciben a los Mellizos de Minnesota, quienes mandarán a Brad Radke (9-5) como el primero en su rotación; este juego está programado a las 15 horas, tiempo del centro de México.
También en el joven circuito, los sorprendentes Serafines de Anaheim con Jarrod Washburn (18-6) en el centro del diamante, van al Bronx para enfrentar a los Yanquis de Nueva York y el veterano Roger Clemens (13-6), en este caso, las acciones a partir de las 19 horas del centro del país.
Finalmente, en la Liga Nacional, a las 11 horas del centro de México, Matt Morris (17-9) abrirá por los Cardenales de San Luis, que visitarán, en Phoenix, a los campeones Diamondbacks de Arizona, que van con su primera carta fuerte, el zurdo Randy Johnson (24-5).
Será hasta el miércoles que comience la serie entre los Gigantes de San Francisco con Russ Ortiz (14-10), que viajan al Este para tratar de dejar en el camino a los Bravos de Atlanta, que abren fuego con el zurdo Tom Glavine (18-10).
Los que se quedaron en la orilla
Un jonrón separó a tres toleteros dominicanos de marcas históricas. A Sammy Sosa, de los Cachorros de Chicago, le faltó volarse la barda una vez más para llegar a 50 en la campaña y a 500 en su carrera. De haberlo logrado, Samuel hubiera sido el décimo octavo pelotero con medio millar de vuelacercas en la historia, pero también se hubiera convertido en el primero de todos los tiempos con cinco diferentes campañas (además todas consecutivas) con 50 ó más palos de vuelta entera.
Por su parte, Vladimir Guerrero, de los Expos de Montreal, y Alfonso Soriano, de los Yanquis de Nueva York, eran candidatos para integrarse al exclusivo “Club 40-40”, es decir, 40 jonrones y 40 bases robadas en una temporada, hazaña que anteriormente sólo han conseguido José Canseco (1988), Barry Bonds (1996) y Alex Rodríguez (1998). De hecho, ambos ya tenían la cuarentena de estafas y sólo les faltaba un bambinazo, pero la pólvora se les mojó y tendrán que buscar la proeza hasta la próxima temporada.
Otro que sufrió dolor físico y mental fue Mike Sweeney, el primera base de los Reales de Kansas City, que, por lo menos, buscaban celebrar algo si lograba quedarse con el título de bateo de la Liga Americana, que estuvo en sus manos a lo largo de casi toda la campaña. Sin embargo, en el partido del sábado, él mismo se recetó un pelotazo con un batazo de foul y también se llevó un golpe en la barbilla y no jugó el domingo. Su promedio de bateo quedó en .340 y ya no pudo ofrecer batalla al dominicano Manny Ramírez, de los Medias Rojas de Boston, quien es champion bat por primera vez en su carrera.
En cuanto a equipos, también hay muchas frustraciones. Los Dodgers de Los Ángeles (92-70) fueron eliminados el sábado en la carrera por el “comodín” de la Nacional y así se fue por la borda un gran esfuerzo en la campaña, en la que sufrieron muchas lesiones y, pese a una ofensiva anémica, se las arreglaron para mantenerse en la contienda hasta el final. Ha sido la sexta campaña consecutiva en la que la novena angelina no clasifica a la postemporada y la décima segunda ocasión en la historia de la franquicia en que gana 92 ó más partidos y no clasifica.
También los Medias Rojas de Boston (93-69) vieron que esas 93 victorias no fueron suficientes para terminar con la hegemonía de los Yanquis de Nueva York, que ganaron por quinta vez al hilo la División Este de la Americana. Pese a tener a dos pitchers con 20 o más juegos ganados (Derek Lowe y Pedro Martínez) y a contar con el campeón de bateo (Manny Ramírez), los patirrojos tendrán que ver los playoffs por televisión. Los 93 triunfos son la tercera mayor cantidad para los bostoniano en 24 años, pero ni ello, su nuevo récord de asistencia (2,650,063 aficionados) y los 62 llenos de la campaña en el vetusto Fenway Park pudieron impulsarlos hasta la carrera por el Clásico de Otoño. Como dicen, la “Maldición del Bambino” no se acaba.
Desde el arranque de la campaña, los Mets de Nueva York se fueron rezagando y perfilándose como lo que acabaron siendo, la decepción del año. Con su terrible marca de 75-86, terminaron en último lugar de su división por primera vez desde 1993 y acumularon su mayor número de descalabros desde 1996, cuando terminaron 71-91. Un dato que revela lo mal que estuvieron los metropolitanos es que aún contando con grandes estrellas a la defensiva como el boricua Roberto Alomar y el venezolano Edgardo Alfonso, terminaron con 144 errores, para ser los líderes en las Mayores en ese nada honroso departamento.
Los Marlins de Florida terminaron como la escuadra con uno de los peores promedios de asistencia en las Mayores al superar apenas los 10 mil aficionados por juego. No es por nada que así sea porque con su récord de 79-83, terminaron su novena temporada con más derrotas que victorias en sus 10 años de historia. La única vez que no fue así, fue en 1997, cuando hicieron lo increíble al ganar como “comodín” la Serie Mundial.
Los Tigres de Detroit, que no ven una desde hace años, terminaron con un espantoso balance de 55-106, su peor actuación desde que se fueron 53-106 en 1996.
Y ya que se trata el tema de las derrotas al por mayor, ésta ha sido la primera campaña en la historia en que cuatro equipos pierden 100 ó más partidos. Los susodichos son Reales de Kansas City (62-100), Cerveceros de Milwaukee (56-106), Tigres de Detroit (55-106) y Mantarrayas de Tampa Bay (55-106).
Los que sí festejaron algo
En un repaso a los líderes en los principales departamentos estadísticos tenemos a:
Alex Rodríguez, de los Rangers de Texas, que se llevó dos tercios de la “Triple Corona” de bateo en la Americana porque fue líder en jonrones (57) y carreras producidas (142). Sólo le faltó el título de bateo que quedó, como ya se mencionó, en manos de Manny Ramírez, de los Medias Rojas de Boston con .349.
En la Nacional, Barry Bonds, de los Gigantes de San Francisco, se convirtió en el más veterano jugador que gana su primer campeonato de bateo en la historia. Bonds, de 38 años, se quedó con la corona de champion bat, prácticamente de hace muchos días, con su promedio de .370, muy lejano para Larry Walker, de Colorado, quien terminó con .338. Los otros líderes fueron Sammy Sosa, de los Cachorros, con 49 cuadrangulares, y Lance Berkman, de los Astros de Houston, quien fue el máximo productor de carreras con 128, superando por una al dominicano Albert Pujols, de los Cardenales.
En cuanto al pitcheo, el gigantón Randy Johnson, de los Diamantes de Arizona, arrasó con la “Triple Corona” en el viejo circuito con sus 24 victorias, 334 ponches y 2.32 de promedio de carreras limpias admitidas. En otro casillero de lanzadores, John Smoltz, de los Bravos de Atlanta, impuso un nuevo récord de la Liga Nacional con 55 salvamentos.
En la Americana, el dominicano Pedro Martínez, de los Medias Rojas de Boston, se llevó dos tercios de la “Triple Corona” al ser el máximo ponchador con 239 chocolates recetados y el mejor en efectividad con 2.26. Le faltó ser el máximo ganador porque ese renglón fue dominado por Barry Zito, de los Atléticos de Oakland, con sus 23 victorias. Entre los taponeros, el que más partidos rescató fue Eddie Guardado, de los Mellizos de Minnesota, con 45.
Finalmente, entre los máximos estafadores, quedaron el dominicano Luis Castillo, de los Marlins de Florida con 48, en la Nacional, y el también quisqueyano Alfonso Soriano, de los Yanquis de Nueva York, con 41 bases robadas en la Americana.