Santiago de Compostela (España)(EFE).- El Príncipe Felipe, heredero de la Corona española, visitó hoy la zona afectada por el vertido del "Prestige" mientras marineros de las cofradías gallegas anunciaron el inicio de una huelga de hambre para protestar por la falta de medios para combatir la marea negra.
El Príncipe visitó las Rías Bajas gallegas, una de las mayores reservas marisqueras del mundo, y el parque nacional de las Islas Atlánticas, gravemente afectado por la contaminación, para comprobar los trabajos de limpieza de la zona.
Coincidiendo con la visita, representantes de las cofradías de pescadores de las localidades de El Grove y Cangas anunciaron el inicio mañana, martes, de una huelga de hambre para pedir que se trate "con un poco de racionalidad y dignidad a todos los marineros, mejilloneros y pescadores de las rías" gallegas.
También reclaman que se les faciliten todos los medios necesarios para hacer frente a la marea negra, que ha provocado el mayor desastre ecológico y económico que se recuerda en España.
En una nota de prensa, los marineros explicaron que el problema principal para la defensa del medio de vida de la gente del mar es impedir que las manchas de fuel que se encuentran en el océano lleguen a las rías.
Para conseguirlo, los marineros, mariscadores y mejilloneros dicen estar dispuestos "a todos los sacrificios necesarios con nuestros barcos y nuestro propio esfuerzo".
No obstante, "sabemos que con sólo nuestro esfuerzo no llega" y se precisa de medios técnicos "modernos" para asegurar que las manchas de fuel no penetren en nuestras rías, agregaron.
En Madrid, el líder del principal partido opositor, el socialista (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, propuso hoy al Gobierno que preside José María Aznar un pacto de Estado, similar al suscrito para luchar contra ETA, para atajar la crisis desatada por el "Prestige".
En un pleno del Parlamento, Rodríguez Zapatero pidió también a Aznar que, en su próxima visita a EEUU, solicite cooperación científica y técnica de este país para luchar contra el vertido, que en las próximas horas podría ocasionar una tercera marea negra en Galicia.
Grandes manchas de fuel amenazan a todo el litoral del noroeste español, aunque la dirección del viento ha permitido que no toquen la costa.
Hasta el pasado fin de semana, más de 17.000 toneladas de fuel habían sido recogidas de las playas, gracias a los trabajos de las diferentes administraciones y de los miles de voluntarios que han acudido a las zonas dañadas.
Cuatrocientos kilómetros de la costa gallega y amplias zonas del litoral cantábrico se han visto afectados por la contaminación del "Prestige".
El petrolero, que transportaba 70.000 toneladas de fuel, zozobró el 13 de noviembre y se hundió seis días más tarde a 27 millas del litoral gallego, tras partirse en dos.
El buque, hundido a 3.500 metros de profundidad, arroja aún al mar a través de más de una decena de grietas, unas 125 toneladas de fuel diarias, que se unen a las casi 20.000 que vertió tras el accidente. EFE
-España espera tapar la mayoría de las fugas de petrolero hundido
España espera tapar 10 de las más de 13 fisuras por las que se fuga el combustible del buque cisterna Prestige, hundido cerca de su costa noroccidental con unas 50.000 toneladas de combustible aún a bordo, informó el martes un funcionario de alto nivel.
Al comparecer ante una comisión parlamentaria, el vicepresidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dijo que el gobierno espera un informe sobre la efectividad de una placa de metal colocada la semana pasada sobre uno de los agujeros por un submarino francés de investigación: el Nautile.
Dijo que si la placa se mantiene en su sitio, el Nautile podría tratar de repetir la operación en las otras fisuras. El gobierno dice que el Prestige sigue filtrando unas 125 toneladas métricas de combustible diariamente.
Rajoy no mencionó qué se hará para contener la fuga de los otros tres agujeros.
Según cálculos, el buque de un solo casco ha derramado casi una cuarta parte de su 77.000 toneladas métricas de combustible desde que se partió el 13 de noviembre y se hundió seis días después.
Las manchas de petróleo han contaminado seriamente unas 200 playas y largos trechos de la línea costera, lo que dio lugar a una veda que afecta a miles de pescadores y sus familias.
El martes, unos 5.000 soldados y voluntarios continuaron por 34° día consecutivo limpiando los desechos tóxicos de las playas.
Pero los equipos se quejan de que más tardan ellos en limpiar que la marea en traer una nueva y gruesa capa de petróleo.
Miles de aves marinas y peces han muerto.
Media docena de botes anticontaminación tratan de extraer el petróleo de los estuarios de bajos niveles de agua, ricos en mariscos, justo al norte de Portugal y de evitar que penetre en las rías.
Hasta ahora, los barcos han recuperado 13.000 toneladas métricas de combustible, informó Rajoy.
Las autoridades colocaron 35.000 metros de barreras plásticas en el mar para intentar detener el avance del petróleo.
Preocupado por la percepción de falta de apoyo gubernamental, Francisco Iglesias, presidente de una asociación de pescadores de puerto O Grove, comenzó una huelga de hambre para demandar más equipo para combatir las manchas. Nuevas versiones señalan que otros pescadores amenazan con unirse a la protesta.
El desastre desencadenó una lucha política importante en España. En su segunda comparecencia ante la comisión, Rajoy escuchó una nueva oleada de acusaciones sobre el mal manejo de la crisis.