SUN-AEE
México, D.F.- La secretaria de la Reforma Agraria, María Teresa Herrera, dijo que ante el frustrado proyecto del aeropuerto en Texcoco, el gobierno federal enviará una iniciativa para reformar la Ley de Expropiaciones y la Ley Agraria, a fin de evitar confrontaciones con afectados en futuras acciones de esta naturaleza.
Aceptó la funcionaria la existencia de “focos rojos” en estados como Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Guerrero donde hay disputas por la tenencia de la tierra, así como resistencia de las comunidades para que la autoridad entre a regularizar sus propiedades, principalmente por conflictos religiosos, políticos y culturales.
Y aunque Herrera no rechazó que en algunas entidades rurales la presencia de grupos armados y el narcotráfico pueden ser factor importante para impedir la regularización de las tierras ejidales y comunales, mencionó que de esos asuntos “las autoridades encargadas de la seguridad nacional actúan en consecuencia”.
A pregunta expresa sobre si el debate acerca de la desaparición de la Reforma Agraria había concluido, la titular de la dependencia expuso: “Lo que se está haciendo, si bien el reparto agrario ya concluyó, estamos en una etapa principalmente de ordenamiento y regularización principalmente de la propiedad rural, haciendo hincapié en la organización y capacitación agraria procurando una justicia agraria pronta y bueno en un proyecto muy interesante para nuestro país como es constituir el catastro nacional de la propiedad rural... definitivamente mientras exista esa responsabilidad del Estado mexicano de atender al campo y la secretaría tenga funciones determinadas, pues hay que cumplir con ellas”.
Fue tajante al afirmar “el reparto agrario ya terminó, ya no hay más tierra que repartir, desde 1992 el reparto concluyó”.
Sin embargo, el argumento para que la Reforma Agraria no desaparezca fue “la secretaría de Reforma Agraria actualmente en su etapa de ordenamiento y regularización de la propiedad rural, si bien ha tenido avances, estamos hablando de 30,000 núcleos agrarios de los cuales 24,000 ya están regularizados, si bien es cierto que son 6,000 los que faltan por regularizar, que equivale poco más de 40 millones de hectáreas que no están regularizadas -la superficie social son 103 millones de hectáreas-, entonces la tarea que tiene ahorita la secretaría es bastante”.
Además hizo hincapié la jurista regiomontana que si bien este programa de ordenamiento y se consideró que este proceso de ordenamiento ha disminuido “el que haya conflictos agrarios, entonces definitivamente es un programa que nuestra meta es concluirlo y definitivamente que la propiedad sea totalmente regularizada en la medida en la que haya certeza jurídica en la tenencia de la tierra pues definitivamente habrá menos conflictos”.
No obstante, admite la funcionaria que la demanda de tierras siempre va a existir y en el campo no sólo habrá problemas de la tierra, también hay problemas étnico, políticos, religiosos, de explotación de recursos... “definitivamente que la pobreza hace que estos conflictos desgraciadamente en algunas ocasiones lleguen a desencadenar hechos violentos”.
“El sector agrario de una u otra forma está en contacto con el problema, está buscando soluciones a los problemas, no necesariamente todos se resuelven con tierra o con dinero, tenemos que buscar alternativas tenemos que llevar proyectos productivos para que la gente tenga una alternativa de mejorar su nivel de vida, definitivamente que la falta de oportunidades influye también en gran medida a que se den los conflictos.
Para María Teresa Herrera la reforma al artículo 27 Constitucional no fue precipitada “no, yo creo que los momentos históricos de la secretaría bueno se han presentado a la situación que les ha tocado vivir a cada uno de los gobiernos, pero ahorita nos encontramos en una etapa en la cual nuestro reto fundamental es incorporar a los hombres y mujeres del medio rural al desarrollo económico nacional”. Y argumenta sobre el porqué no mejoró el nivel de vida de los campesinos después de la reforma: “una vez que se pasa al ordenamiento y la regularización no se acompaña de la organización y capacitación definitivamente.
el campo se tiene que atender integralmente”.
Pero al mismo tiempo, considera necesario que la Secretaría de la Reforma Agraria tiene que transformarse a la nueva realidad del campo y no limitarla únicamente al ordenamiento y regularización, sino que promueva la capacitación y organización de los ejidatarios.