Reuters
CARACAS, VENEZUELA.- La Organización de Estados Americanos insistió ayer en que Venezuela negocie una solución pacífica a sus diferencias, un día después que partidarios del presidente Hugo Chávez atacaron una marcha que exigía un referendo sobre su mandato.
Al menos una docena de personas resultaron heridas el lunes, algunas por armas de fuego, cuando miles de opositores marcharon hasta el centro de Caracas para formalizar la petición de una consulta inmediata contra el mandatario ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Los choques ocurrieron cuando cientos de "chavistas" congregados en las afueras del CNE trataron de impedir que fueran entregadas las más de dos millones de firmas que respaldaban la petición, y la policía respondió con gases lacrimógenos y balas de goma.
Las autoridades aún no han reportado detenciones en relación con los hechos de violencia.
"El secretario de la OEA, César Gaviria, está muy preocupado por los eventos ayer en Caracas, pero él considera que los progresos alcanzados hasta ahora no deben ser afectados por esos incidentes y las conversaciones deben continuar", dijo una fuente vinculada al organismo americano.
La semana pasada Gaviria alcanzó acuerdos preliminares con los principales portavoces del gobierno y de sus polarizados adversarios políticos, para la instalación de una "mesa de diálogo" que podría entrar en funcionamiento hoy.
Pero la violencia callejera del lunes, que se prolongó por más de cuatro horas en los alrededores del CNE, hizo recordar el ataque a una marcha opositora el 11 de abril, en la que murieron al menos 17 personas por armas de fuego y que precipitó el breve derrocamiento de Chávez.
El canciller venezolano, Roy Chaderton, lamentó la violencia desatada en la capital, pero advirtió que lo ocurrido no debía convertirse en una razón para no dialogar.
"Sino todo lo contrario, una razón adicional para que nos pongamos de acuerdo, para que resolvamos los problemas que a veces son la causa de este tipo de desagradables incidentes", dijo el diplomático.
Aclaró que aún no había sido fijada la próxima entrevista entre Chávez y Gaviria, pero precisó que "debe ser pronto".
Gaviria, quien realiza su cuarta visita a Venezuela desde el golpe de abril, ha instado al gobierno y a la oposición a buscar una solución a la crisis, que incluiría una posible salida electoral.
La propuesta del referendo consultivo sobre la permanencia de Chávez en el cargo, formalizada la víspera, ha sido la condición que ha puesto la oposición para asistir a una mesa de diálogo.
Chávez, elegido por abrumadora mayoría en 1998, enfrenta casi tres años y medio después una férrea oposición por parte de dirigentes sindicales, empresariales, organizaciones civiles y militares disidentes ?relacionados con el golpe de abril? que lo acusan de querer instaurar una dictadura izquierdista.
Chávez ha rechazado como "inconstitucional" el adelanto de la consulta popular. Pero a pesar de las divergencias, el canciller destacó que "no podemos darnos el lujo de no ser optimistas".
"Pensamos que en algún momento nuestros compatriotas de la oposición se van a sentar en torno a una mesa para discutir con los representantes oficiales los puntos que nos diferencian y que nos separan y para hacer un esfuerzo común para encontrar un espacio donde podamos converger", dijo.
Tras los choques del lunes, algunos opositores coincidieron en que debe acelerarse la convocatoria a un referendo para evitar un estallido de violencia, ya que formalizar la consulta podría tomarle al menos 90 días a la autoridad electoral.
"Esperamos se dé una respuesta pronta que pueda calmar las angustias y las ansiedades y la presión de la sociedad venezolana", dijo Carlos Fernández, presidente de la mayor patronal del país petrolero sudamericano, Fedecámaras.
La posibilidad de que sea la Asamblea Nacional la que convoque al referendo, para hacer más expedito el proceso, será analizada por una comisión especial formada por seis diputados opositores y seis oficialistas.
La constitución venezolana autoriza que las materias de especial trascendencia nacional pueden ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del presidente, la Asamblea o a solicitud de un número no menor de diez por ciento de los electores inscritos, la modalidad que ha seguido la oposición.
Si el gobierno cierra las posibilidades de un referendo, la oposición ha amenazado con convocar a una huelga indefinida.
"Si esto no es aprobado por el gobierno, eso va a representar el rompimiento de las conversaciones y la convocatoria al paro indefinido", advirtió el líder sindical opositor Carlos Ortega.