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JAN BANI SA’AD, Iraq.- Los inspectores de armas de las Naciones Unidas examinaron ayer un aeródromo abandonado al norte de Bagdad, donde Iraq alguna vez sometió a prueba sistemas que pueden ser usados para diseminar microbios mortales, mientras aviones de la alianza occidental realizaron un ataque en el sur del país.
De acuerdo con una declaración del ejército estadounidense, el ataque, realizado con apoyo de aviones británicos sobre instalaciones de la defensa aérea de Iraq, fue en respuesta a fuego antiaéreo.
La radio estatal iraquí, citando un portavoz militar sin identificarlo, reportó que cuatro civiles murieron y 27 resultaron heridos en ataques contra instalaciones “civiles y de servicio” en el sur de Iraq.
Un portavoz del Comando Central de Estados Unidos en Tampa, Florida, el sargento Charles Portman, dijo que todos los aviones de la coalición regresaron a salvo a sus bases. No tenía más información sobre los ataques ni sobre víctimas.
La estación de televisión panarábica Al-Yazeera informó desde Bagdad que una instalación petrolera y un edificio administrativo fueron atacados y que ocho personas murieron y 20 más resultaron lesionadas. Al-Yazeera no citó fuente alguna.
Tales confrontaciones son ya algo rutinario en áreas del sur y del norte de Iraq, declaradas como zonas de exclusión para los aviones iraquíes.
Los predecesores de los actuales inspectores se dieron cuenta en la década de 1990 que los iraquíes, aparentemente en este campo aéreo en Jan Bani Sa’ad, 30 kilómetros al noreste de Bagdad, probaron con éxito el dispositivo llamado Zubaidy y lo usaron para dispersar bacterias tóxicas desde un helicóptero.
Los inspectores revisaron el terreno, donde más de una decena de helicópteros permanecen sin motor sobre la pista, y los periodistas observaron desde un enrejado distante. Los inspectores buscaban ya fuera agentes químicos o biológicos y se interesaban en contenedores que pudieran haberse usado para combustible de aviación.
Como es usual, los grupos de la ONU no hablaron públicamente sobre su misión del día.
Fue el cuarto día de nuevas inspecciones luego de cuatro años de ausencia, bajo el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU para que Iraq finalmente renuncie a cualquier arma de destrucción masiva o enfrente “graves consecuencias”. Estados Unidos apoya las nuevas inspecciones de la ONU, pero amenaza con desarmar a Iraq y dice que actuará independientemente si lo considera necesario.
Estados Unidos considera el desafío iraquí a las llamadas zonas de exclusión aérea como violación de las resoluciones de ONU que rigen las inspecciones, pero tal posición tiene poco respaldo entre el resto de los miembros del Consejo de Seguridad.
Las zonas de exclusión área fueron establecidas para proteger a los curdos del norte y a los musulmanes chiítas del sur, que protagonizaron una revuelta fallida contra el gobierno iraquí luego de la Guerra del Golfo Pérsico. Iraq no reconoce tales zonas y rutinariamente desafía a los aviones estadounidenses y británicos que las patrullan.
Ayer, el ejército estadounidense dijo que las fuerzas iraquíes dispararon su artillería antiaérea contra aviones de la coalición en la zona de exclusión al norte. Los aliados respondieron con un ataque a las defensas antiaéreas localizadas entre Talil, unos 270 kilómetros al sureste de Bagdad, y Basra, unos 380 kilómetros al sureste de Bagdad. Se carece de mayores detalles.
Los inspectores de ONU que estuvieron en Iraq en la década de 1990 tras la Guerra del Golfo Pérsico destruyeron toneladas de armas químicas y biológicas, equipo para fabricarlas y desmantelaron el programa de bombas. Pero creen que nunca hallaron todas las armas de destrucción masiva.
Ese régimen de inspección colapsó en 1998 en medio de disputas sobre el acceso a instalaciones y quejas de parte de Iraq sobre la supuesta presencia de espías estadounidenses en el equipo de inspectores.
Esos inspectores creen que no encontraron todas las armas de destrucción masiva de Iraq. En su informe final, por ejemplo, dicen que al menos 12 de los aparatos en Zubaidy estaban diseñados para diseminar bacterias, pero ninguno fue destruido.
“El final, los artefactos revisados no fueron encontrados”, indicaron.