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Viena, Austria.- Los inspectores de armamento están listos para regresar a Iraq y sólo esperan luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU para reiniciar las inspecciones en busca de armas de exterminio masivo, dijo ayer la Agencia Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas (IAEA).
“Personalmente no espero que nos den la luz verde hoy, pero estamos listos cuando aparezca, si aparece, ya sea en un día o en semanas”, dijo el portavoz de la IAEA, Mark Gwozdecky.
El martes en Nueva York, inspectores de armas de la ONU y expertos de alto rango de Iraq acordaron reunirse en unos 10 días en Viena para discutir la logística sobre el regreso de los inspectores. Aún no se ha establecido una fecha específica para esto.
Iraq accedió esta semana al regreso incondicional de los expertos, que salieron en diciembre de 1998 y desde entonces no se les ha permitido retornar al país árabe.
El equipo de acción de la IAEA para Iraq maneja temas nucleares, mientras que UNMOVIC (Comisión de Inspección, Monitoreo y Verificación de la ONU), radicada en Nueva York, está encargada de supervisar armas químicas y biológicas y tecnología de misiles.
Ambos organismos cooperan en las inspecciones, que Bagdad acordó permitir para disipar la amenaza de un ataque militar de Estados Unidos.
Aunque los inspectores están listos para viajar a Bagdad en cualquier momento, Gwozdecky dijo probablemente habrá conversaciones entre la ONU e Iraq antes de que los inspectores lleguen a ese país.
“Necesitamos tener algún tipo de discusión con los iraquíes antes de que podamos enviar nuestra gente”, dijo.
Las conversaciones deben cubrir temas prácticos como los derechos de aterrizaje, visas, espacio de oficinas y comunicaciones.
En un discurso ayer ante la reunión anual de la IAEA, el presidente de la Comisión de Energía Atómica de Iraq dijo que la decisión de permitir el retorno de los inspectores demostraba que Bagdad no tenía armas de destrucción —químicas, biológicas o nucleares— que esconder.
Bagdad también pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que “cumpla sus obligaciones hacia Iraq de una forma efectiva para asegurar el levantamiento del injusto embargo impuesto a Iraq”, dijo Fadhil al-Janabi, ministro y presidente de la comisión iraquí.
Tras la Guerra del Golfo en 1991, liderada por Estados Unidos para expulsar a tropas iraquíes que ocuparon Kuwait, inspectores de la ONU supervisaron la destrucción de 38,500 componentes de armas químicas, 690 toneladas de agentes de armas químicas, más de 3,000 toneladas de químicos precursores, 48 misiles, 14 ojivas convencionales, seis lanzacohetes, 28 plataformas de lanzamiento, 30 ojivas químicas y una fábrica de armas biológicas.
Antes de salir de Iraq en 1998, los expertos sobre armas dijeron que no pudieron dar cuenta de algunas ojivas de misiles, 17 toneladas de material necesario para producir agentes biológicos y posiblemente los ingredientes para fabricar hasta 200 toneladas de gas nervioso.