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CARACAS, VENEZUELA.- Militares abordaron a la fuerza ayer domingo un buque petrolero en un intento por romper con un paro general contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien se aferró a su posición de no renunciar ni convocar a elecciones anticipadas pese a la presión externa y nacional.
Unos 30 oficiales armados y una tripulación de relevo, algunos de origen indio, tomaron el control del tanquero Pilín León, fondeado con 44 millones de litros de gasolina desde hace más de una semana en el occidental Lago de Maracaibo como apoyo al paro que ayer llegó a su decimocuarto día.
El jefe de la Capitanía de Puertos de Maracaibo, Saúl Pérez, dijo que el "violento" abordaje en la tarde fue por tropas de la Guardia Nacional y el Ejército comandadas por el almirante Freddy Bustillos, luego que en la madrugada fallaron en un intento por imponer una nueva tripulación.
El Instituto Nacional de Espacios Acuáticos, al que está adscrito la Capitanía, no está de acuerdo con el abordaje porque viola normas internacionales "y esto va a traer consecuencias", agregó vía telefónica.
El gobierno advirtió que la acción podría repetirse con otros buques de unos 40 que se encuentran fondeados en las aguas venezolanas desde hace una semana, paralizando los despachos del quinto exportador mundial de crudos.
Chávez sigue esforzándose por recuperar el control de las actividades de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que comenzó a importar gasolina para evitar un desabastecimiento doméstico y declaró estado de "fuerza mayor" con sus clientes internacionales por la paralización de las exportaciones.
El paro se ha tornado en una batalla entre el gobierno y la oposición para controlar la vital industria petrolera, que suministra el 80 por ciento de los ingresos por exportación de la nación sudamericana. Antes de la huelga, Venezuela exportaba más de dos millones de barriles por día de crudo y derivados.
Conjuntamente con la paralización de las exportaciones, PDVSA ha recortado producción y ha reducido al mínimo las actividades de refinación por la ausencia de gerentes y trabajadores para operar las instalaciones.
El capitán César Vicente del tanquero Moruy, que también permanece fondeado en el Lago de Maracaibo --desde donde se extrae casi la mitad de la producción petrolera del país--, relató que los militares arrestaron e incomunicaron al capitán del Pilín León y a su tripulación.
Me voy "cuando dios quiera": Chávez
El mandatario, con casi cuatro años en el poder, ha desestimado el "paro cívico" con el que la oposición exige su renuncia, calificándolo de "fracasado" e insistiendo que lo que existe en PDVSA es "un sabotaje" de parte de algunos gerentes.
"Chávez se va de aquí primero cuando Dios quiera, porque estoy en manos de Cristo, el Señor de Venezuela, él es el comandante, cuando él diga, obedezco, entendido?, y segundo el pueblo, y asumo que la voz del pueblo es la voz de Dios", dijo en su programa de radio y televisión Aló, Presidente!.
"Yo no me voy a ir de aquí por presiones de un grupo de gerentes, de un grupo de golpistas, de un grupo de fascistas, de un grupo de empresarios, de un grupo de medios de comunicación.
Conmigo se equivocaron, siempre se han equivocado, se siguen equivocando", agregó.
Los adversarios, que incluyen a dirigentes sindicales, empresariales, militares disidentes, medios de comunicación y partidos políticos, acusan a Chávez de querer instaurar un gobierno comunista y de llevar a la ruina económica al país.
El presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, anunció la extensión del paro a un decimoquinto día y convocó a nuevas protestas callejeras.
"Frente a esta difícil situación y frente a la ceguera y la sordera puesta de manifiesto por el actual régimen el paro cívico nacional continúa con más fortaleza y más actividad", dijo el líder de la mayor central obrera del país.
La crisis política y petrolera venezolana ha preocupado a Estados Unidos, que importa de la nación sudamericana el 14 por ciento de sus necesidades energéticas.
La Casa Blanca destacó el viernes que "el único camino pacífico y políticamente viable para salir de la crisis es a través de la celebración de elecciones anticipadas", lo que fue visto como un espaldarazo a la oposición que exige la renuncia inmediata de Chávez y el llamado al adelanto de los comicios.
Una salida electoral a la crisis está siendo negociada desde hace más de un mes por el gobierno y la oposición en una mesa auspiciada por la Organización de Estados Americanos (OEA), que aún no ha dado resultados.
Paralelamente, el consejo permanente de la OEA debate un proyecto de resolución propuesto por Argentina, Bolivia, Costa Rica y Perú que insta a Caracas a buscar una salida "pacífica, democrática, constitucional y electoral" a su crisis.
Chávez, quien dijo que se ha comunicado por teléfono con varios colegas latinoamericanos para explicarles la situación, advirtió que "Venezuela no puede aceptar que ningún país trate de tener injerencia en asuntos internos".
"Yo recomiendo a los gobiernos del mundo, recomiendo a los funcionarios de todos los gobiernos del mundo que antes de tomar alguna iniciativa en torno a Venezuela, si es que la van hacer, porque el problema de Venezuela es de los venezolanos, que lean esta Constitución", dijo mostrando una edición del texto aprobado en un referendo hace tres años.
Mientras se busca una solución, las protestas en la calle se han avivado y la crisis, según han dicho observadores internacionales y analistas, exige una salida urgente para evitar un caos y una escalada de violencia.
El pasado sábado, al menos medio millón de personas marcharon por una autopista en Caracas para pedir la renuncia de Chávez y respaldar la extensión del paro que comenzó el 2 de diciembre y que es el cuarto y más largo que enfrenta el gobernante.
Venezuela importó gasolina, leche y alimentos
En las instalaciones de PDVSA y en las gasolineras del país, el gobierno ha desplegado militares, pero los líderes petroleros rebeldes reiteraron que el sector seguirá paralizado hasta que Chávez renuncie al mandato que tiene hasta el 2007.
El líder de un fallido golpe de Estado en 1992 ha insistido en que la única vía constitucional para dejar su cargo es con la convocatoria de un referendo revocatorio a partir de agosto del 2003, cuando cumple la segunda mitad de su mandato.
El "paro cívico" ha cerrado muchos comercios y ha levantado temores de escasez de alimentos y combustible. Miles de venezolanos han formado largas filas en los bancos, estaciones de gasolina y supermercados para aprovisionarse.
Chávez anunció que su país está importando gasolina desde Islas Vírgenes, pero insistió que existen reservas "para varios días". A través de aviones de la Fuerza Armada ya importó leche desde Colombia y alimentos desde República Dominicana, dijo.
"Hemos traído un avión Hércules full (lleno) de leche para los niños venezolanos. Madres de Venezuela no se preocupen, no va a faltar leche aún cuando algunos empresarios venezolanos han tratado de sabotear la leche para los niños", subrayó.
Chávez alega que el paro es una repetición de los hechos de abril, cuando una protesta similar que también fue apoyada por los gerentes y empleados de PDVSA, precedió a su derrocamiento por 48 horas por parte de generales y almirantes.
Los mismos altos oficiales están atrincherados desde el 22 de octubre en una plaza en Caracas y que hace poco más de una semana fue atacada a tiros y murieron tres personas.
El teniente coronel retirado ganó la presidencia al capitalizar el descontento de millones de venezolanos decepcionados y empobrecidos por los gobiernos de Acción Democrática y Copei, que se alternaron el poder por 40 años. Pero el apoyo ha bajado por sus promesas incumplidas.