LONDRES, (Reuters).- Una de las primeras decisiones de Alexis Haines, tras enterarse de que tenía cáncer de mama, fue buscar datos sobre su enfermedad en Internet.
En vez de sólo confiar en lo que dicen los médicos, la familia, las amistades y los libros, Haines, y millones de otros enfermos como ella, están acudiendo cada vez más al espacio cibernético en busca de información sobre sus padecimientos.
Cuando se hace una búsqueda internética con la palabra salud, o health, en inglés, el resultado es de unos 82 millones de ciberpáginas, casi 13 millones de ellas versan sobre cáncer y más de nueve millones sobre sida. Por lo tanto, la Internet constituye un conjunto abrumador de hechos y cifras sobre prácticamente cualquier problema que afecta a los seres humanos.
"Es parte de la caja de herramientas que utilicé para lidiar con esto", dijo Haines, una londinense de 49 años.
Haines rastreó varias ciberpáginas científicas, buscó cibersitios de autoayuda para pacientes con cáncer y se unió a cuartos de charla para conversar y aprender lo que más pudiera sobre el cáncer, tratamientos alternativos, nutrición y la mejor forma de luchar contra la enfermedad.
"Cuando uno desarrolla cáncer, uno quiere obtener la mayor información posible, pero después se llega a un punto en el que uno se atemoriza a sí mismo y tiene que parar", añadió.
CAMBIO EN LA RELACION MEDICO-PACIENTE
La época en la que los pacientes se sentaban a esperar a que sus médicos les dijeran cuáles eran sus problemas y qué era lo que tenían que hacer ha terminado. En la actualidad, los enfermos participan activamente en el cuidado de su salud y se arman de información que luego exponen a sus médicos.
Como promedio, el 32 por ciento de los europeos y el 53 por ciento de los estadounidenses utilizan la Internet para buscar información de salud, según un sondeo de la firma Datamonitor.
"La mayoría de los consumidores obtiene la información de los ciberportales. Escriben sus síntomas o (el nombre) de una condición específica y, basados en lo que reciben, navegan a través de estas páginas", dijo David Deon, autor del informe de Datamonitor sobre el uso de la Internet.
Cuando Haines comenzó su búsqueda internética obtuvo más información de la que esperaba.
"Lo primero que hice fue escribir la palabra ‘senos’ (en el buscador de Internet) y lo que obtuve fueron varias páginas pornográficas", dijo Haines.
Sin embargo, a pesar de esta sorpresa, Deon considera que la Internet no sólo ayuda a la gente a informarse más sobre su enfermedad sino que también cambia la relación entre el médico y el paciente.
"Existía un desbalance entre la cantidad de información disponible para los médicos y para los pacientes. Con el nacimiento de la Internet, los consumidores tienen acceso a esta información", explicó.
Dicha información "ayuda a los pacientes a progresar. Otorga poder a los pacientes para que tengan mayor participación en el cuidado de su salud", agregó.
UN APETITO INSACIABLE
Nick James, especialista en cáncer de la Universidad Birmingham y fundador de un cibersitio británico de autoayuda para enfermos con cáncer, posee experiencia de primera mano acerca de cómo la Internet puede ayudar a pacientes y a médicos.
"Es más fácil sostener una conversación con alguien que está informado. La conversación se desplaza a otro nivel", dijo.
Alrededor del 10 por ciento de los ancianos con cáncer que James atiende usa la Internet para buscar información. Un 45 por ciento le pide a otra persona que busque datos sobre su enfermedad.
"La mayor parte del uso de Internet es por encargo, es decir, otra persona que busca información para ellos (los ancianos).
Casi siempre son amigos o familiares. En un pequeño porcentaje es un médico o enfermera", dijo James.
"La gente que busca afanosamente información son personas más jóvenes que tienen problemas" de salud, añadió.
El apetito insaciable por la información de salud se refleja en la popularidad de la ciberpágina www.cancerhelp.org.uk, que James comenzó el año pasado.
"El tráfico en esta ciberpágina ha aumentado considerablemente. El año pasado, en esta época, tuvimos 700.000 visitas por mes. En agosto recibimos hasta 7,8 millones de visitantes en un mes", señaló James..
A pesar del número de cibersitios similares con información de salud y sobre cáncer en Estados Unidos, entre el 30 y el 40 por ciento de los visitantes de la ciberpágina británica son estadounidenses.
James dijo que hay una gama de factores que separan a los buenos cibersitios de los mediocres. La precisión, la credibilidad, la rapidez y la facilidad de acceso son los factores principales.
Las mejores ciberpáginas son las más fáciles de navegar y las que permiten a los pacientes seleccionar la información que desean, e ignorar la restante.
"Mi impresión es que la información que los pacientes traen de Internet a la clínica es casi siempre adecuada", dijo. "Creo que quienes usan la Internet son buenos sorteando la información, de manera que ven lo que les interesa y desechan lo demás".
Deon no tiene dudas acerca de que la Internet ha aumentado la conciencia sobre la salud y citó a los "cibercondríacos", gente que busca febrilmente información de salud en la Red, como ejemplo.
"Quienes típicamente no llamarían a sus médicos son más activos y toman medidas para obtener tratamiento", indicó.
Por su parte, Haines está tan convencida de los beneficios de la Internet que tiene planes de establecer su propia ciberpágina para mujeres que, como ella, poseen una mutación genética que aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de mama.