Por Cristal Barrientos Torres
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Hace más de un mes 28 familias invadieron terrenos en la colonia Santiago Ramírez. Sus casas construidas de cartón y madera colindan con una laguna de aguas negras donde flotan cuerpos de perros muertos, ratas y todo tipo de desechos.
Ahora las familias sufren las consecuencias de invadir los terrenos autorizados por el Municipio como tiradero de escombro con el fin de rellenar la laguna de aguas negras. Niños y amas de casa, padecen de enfermedades en la piel, gastrointestinales y en los ojos.
“Qué le vamos a hacer”. Ésa es la respuesta que Sanjuana Becerril da cuando se le pregunta los motivos que tuvieron para invadir terrenos en esas condiciones. “Ya estábamos hartos de vivir de arrimados y por eso decidimos venir a vivir aquí”.
Las 28 familias que ahora habitan a un costado de la laguna de aguas negras, son de escasos recursos económicos. Los hombres trabajan como obreros y perciben un sueldo de 400 pesos por semana, mientras que las mujeres apenas si tuvieron la oportunidad de estudiar la primaria
“La verdad que no nos quedó de otra”, dice Ana María Escobedo, quien acaba de cumplir 15 años de edad y ya tiene un embarazo de más de tres meses. “Mi esposo y yo vivíamos de arrimados con mi suegra, no podíamos seguir así, aquí queremos construir nuestras casas”.
Los terrenos invadidos por esas familias carecen de todos los servicios básicos: no hay pavimento, energía eléctrica y por ende tampoco alumbrado público; también les falta el agua potable y el drenaje. Además como “vecinos incómodos” tienen un tiradero de basura y una laguna de aguas negras.
Menores con plomo en la sangre
Otro de los graves problemas de salud que tienen estas familias y las que tienen años viviendo en la colonia Santiago Ramírez, es la contaminación emanada de Peñoles, pues se han detectado por lo menos 50 casos de menores con plomo en la sangre.
Para las madres de familia el plomo en la sangre de sus hijos tiene una explicación: aseguran que hace muchos años la empresa Peñoles depositó en la laguna de aguas negras el escombro de la demolición de la Luis Echeverría, además de basura y residuos contaminados.
Por eso, dicen, ahora los niños tienen plomo en la sangre. Los vecinos ya lograron que la Secretaría de Salud atendiera a los menores afectados, sin embargo no han tenido el mismo éxito con las mujeres embarazadas.
Es un grave error la invasión de los terrenos
Para Martha Arreola Medina, vicepresidente del Movimiento Ciudadano en Defensa de los Niños Dañados por Metales Pesados, es un grave error que decenas de familias hayan invadido los terrenos de la Santiago Ramírez que colindan con la laguna de aguas negras y el depósito de escombro.
“Nosotros pasamos el reporte a la Secretaría de Salud del Estado y a la Jurisdicción número seis; también pasamos el reporte al Municipio para que no se permitiera la invasión de estos terrenos porque se pone en riesgo la salud de los niños”, aseguró.
Sin embargo, dijo, a pesar de los oficios mandados para evitar la invasión de esos terrenos, ninguna dependencia ni organismo de salud impidió que decenas de familias habitaran el área considerada desde antes como un tiradero de basura.
“Nosotros estamos conscientes que son familias de escasos recursos, pero no está bien que permanez-can en esos terrenos; la invasión ya se dio y ahora hay que brindarles atención médica porque los niños presentan problemas de alergias en la piel, en los ojos y gastrointestinales”.
Añade: “La Secretaría de Salud ya tiene conocimiento que aquí se han detectado casos de niños con plomo en la sangre y prueba de ello es que los están atendiendo en el Centro de Salud”.
La vicepresidenta del Movimiento Ciudadano en Defensa de los Niños Dañados por Metales Pesados, indicó que es urgente una brigada de salud en este sector, pues el tiradero de escombro y la laguna de aguas negras comienzan a causar estragos en la salud de las familias.