Por María Teresa González Carranza
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- “Laguneros por el Agua”, una asociación civil preocupada por el abatimiento del líquido, propone realizar un estudio científico para conocer los volúmenes de agua que aún quedan en el subsuelo, con el propósito de tomar las medidas necesarias para administrar mejor este recurso.
El agua se acaba, advierte el grupo; el acuífero principal de la Comarca se abate por sobreexplotación, se desperdicia un 40 por ciento del líquido que se extrae y otro porcentaje cada vez más importante está contaminado por arsénico.
En un suceso sin precedentes en el país, el organismo propone al Estado –Federación, Gobierno del Estado y Ayuntamientos de la Comarca Lagunera-, así también a la comunidad, el desarrollo de un plan de acción de diez puntos que permitan garantizar el abasto del agua y la subsistencia de la región.
“Es la primera vez que un grupo de la sociedad civil, asesorados por expertos en la materia, se reúne para proponer al Gobierno las medidas necesarias para preservar el agua como recurso natural, indispensable para la vida de los seres humanos y para el desarrollo de los pueblos”, explica el ambientalista Luis Maeda Villalobos, tesorero de la agrupación.
Acompañado por los miembros de la Comisión Científica Especializada en Asuntos de Hidráulica de “Laguneros por el Agua”, Emilio Flores Espinoza, José Manuel Ramírez Robles y Alfredo Campa, Maeda Villalobos presentó ayer a El Siglo de Torreón, la propuesta general mediante la cual buscan el apoyo de los ciudadanos de los municipios que conforman esta región.
Aunque en la actualidad, indicaron, se trabaja básicamente con estimaciones de los volúmenes de agua que existen todavía en la Comarca Lagunera, calcularon que dentro de 33 años el líquido se habrá agotado y los problemas de hidroarsenicismo estarán presentes en gran parte de la población.
En la actualidad, la región se abastece de tres fuentes principales: el río Nazas, el río Aguanaval y las aguas subterráneas; pero las dos primeras son superficiales y cíclicas; obedecen a un patrón de períodos de 44 años, 33 de los cuales son normales por 11 de sequía, como el que atravesamos.
Explicaron que hasta donde se tiene conocimiento, en La Laguna existen dos acuíferos: La Esperanza y el principal. Ambos se localizan a una profundidad no mayor de 300 metros, pero el primero se agotó tras sufrir la severa sobreexplotación que dio origen a la región con una actividad económica eminentemente agrícola. Ahora, el agua se extrae del acuífero principal.
Sin embargo, este segundo acuífero es objeto también de un rápido abatimiento, lo que genera ya un errático comportamiento de los pozos, muchos de los cuales se han secado.
Por otra parte, La Laguna registra ya una “región arsenicosa” en áreas bien ubicadas de San Pedro y Francisco I. Madero, por ejemplo; pero este tipo de contaminación del agua se presenta también en el municipio de Torreón, en comunidades como El Ranchito, en las cercanías del ejido La Unión, donde la concentración del arsénico alcanza el doble de lo permitido por la Organización Mundial de la Salud, con funestas consecuencias para los habitantes de estas poblaciones.
Sondeos Electromagnéticos
Ante la situación que hoy se presenta en la región, la primera de las acciones propuestas por “Laguneros por el Agua”, es efectuar la estimación de la disponibilidad del agua subterránea, es decir, determinar la capacidad del acuífero así como descubrir la existencia de otros nuevos afluentes subterráneos, ubicados a una mayor profundidad de la explorada hasta ahora.
Para realizar el cálculo aproximado del agua que aún queda en el subsuelo, la asociación civil planea efectuar de manera inicial 35 Sondeos Electromagnéticos (Sem´s), unos estudios científicos que permiten conocer el volumen de la reserva del acuífero.
El doctor Emilio Flores Espinoza explicó que se trata de una técnica de reciente aplicación en México, mediante la cual se obtienen datos muy precisos del subsuelo, desde los volúmenes de agua, tipo de suelos, rocas y todos los elementos que permitirán planear y administrar adecuadamente el uso de estos recursos, principalmente del agua.
De inicio, cada uno de estos sondeos tendrá un costo de entre ocho y diez mil pesos; la meta es realizar 200 Sem´s en puntos ya localizados por la agrupación pero además, se pretende realizar la perforación de seis pozos pilotos, a una profundidad de mil metros, que permitan conocer con mayor exactitud la calidad del agua.
Estas acciones requerirán una fuerte inversión, por lo cual, ya se realizan pláticas con diversas empresas de la región que están dispuestas a apoyar económicamente el proyecto, pero el propósito es lograr también la participación de los ciudadanos, tanto en la aportación de recursos como en las acciones para preservar el agua.
“Laguneros por el Agua” es una organización no gubernamental, constituida como asociación civil. La preside Fernando Ulises Adame de León, actual secretario de Desarrollo Rural en Durango. En sus inicios, 13 personas se unieron al proyecto, pero ya cuenta con 23 integrantes.