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WASHINGTON, Estados Unidos, Iraq ha perpetrado una “violación material” de la resolución de la ONU sobre desarme, declaró ayer el secretario de Estado Colin Powell, una aseveración que podría llevar a Estados Unidos a una guerra contra el país árabe.
El reporte de armas realizado por Iraq “totalmente incumple” la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le obliga a rendir cuentas completas y exactas sobre su arsenal, declaró Powell en conferencia de prensa en el Departamento de Estado.
Calificó el documento de 12,000 páginas emitido por Bagdad de “un catálogo de información reciclada y flagrantes omisiones”.
Al emitir la reacción oficial del gobierno estadounidense ante la declaración de armas de Iraq, Powell declaró: “Esta es una nueva violación material” de parte de Bagdad tras varias transgresiones durante la década pasada.
Aunque Powell dio a entender que el rechazo estadounidense del reporte iraquí no es un detonante inmediato para la guerra, aseveró: “El mundo no esperará para siempre”.
En su resolución unánime del ocho de noviembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ordenó a Iraq que presentase un inventario “actualizado, exacto, pleno y completo” de sus programas armamentistas.
“Nuestros expertos han hallado que no es ni exacto, ni pleno ni completo”, dijo Powell. “No cumple en lo absoluto con los requerimientos de la resolución. Se trata de omisiones materiales que en nuestra opinión constituyen otra violación material”.
“El mundo debe ver esto con gran escepticismo”, dijo Powell acerca de la declaración armamentista de Iraq, emitida hace dos semanas. Agregó que gran parte del documento alude a temas ya conocidos”.
Powell dijo que el informe de Bagdad ni siquiera cubre información que los inspectores de la ONU habían recogido antes de verse obligados a marcharse del país a fines de 1998.
Por ejemplo, dijo que los inspectores habían llegado a la conclusión de que Iraq podría haber producido 26,000 litros de ántrax, tres veces la cantidad declarada por Bagdad.
“Sin embargo, la declaración de Iraq no habla de esos suministros desaparecidos”, agregó.
“Estamos decepcionados, pero no engañados”, dijo Powell. “Hemos visto lo mismo una y otra vez, un intento de sembrar confusión, de ganar tiempo, confiando en que el mundo perderá su interés”.
Bush no decidirá si ir o no a la guerra hasta fines de enero o comienzos de febrero y usará el lapso hasta entonces para fortalecer sus argumentos contra Saddam, según fuentes oficiales que declinaron ser identificadas.