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Jaque mate/Batalla de Tacuba

sergio sarmiento

“Usted no puede utilizar la fuerza

pública y luego replegarla.

No estamos jugando”.

Marcelo Ebrard

La batalla de Tacuba nos ofrece un ejemplo patético del deterioro de las instancias de gobierno en nuestro país. Las lecciones son muy importantes para el país. No se limitan nada más a la ciudad de México.

Primero los hechos. La Delegación Miguel Hidalgo del Distrito Federal, encabezada por el panista Arne aus den Ruthen, envió ayer, 25 de noviembre, a un grupo especial de policía los llamados “robocops”, que no son otra cosa que policías auxiliares vestidos de granaderos a desalojar a los vendedores ambulantes que desde hace mucho tiempo han tomado posesión de las aceras adyacentes a la estación Tacuba del Metro capitalino. El propósito del desalojo era permitir la construcción de un mercado subterráneo en el lugar.

Los ambulantes se resistieron al desalojo. Los policías utilizaron gases lacrimógenos, pero en lugar de dispersar a los ambulantes los enardecieron e hicieron que atacaran a los policías. Al final éstos tuvieron que salir corriendo mientras los ambulantes los perseguían y golpeaban con barras de hierro y piedras. Catorce personas resultaron lesionadas: 13 policías y un subdelegado. No hay reportes de que algún ambulante haya quedado lesionado.

La primera lección de lo ocurrido es que los grupos de ambulantes son ya más poderosos que la policía. El monopolio del Estado sobre la fuerza ha desaparecido ya en la ciudad de México. Los ambulantes se han apoderado de los espacios públicos y no los liberarán pacíficamente. Pero el gobierno no parece tener ya la fuerza para someterlos.

La segunda lección tiene que ver con el empleo de la fuerza pública. No se puede mandar a un grupo de policías a una situación de conflicto si no se les apoya realmente. Los policías que acudieron a al desalojo de Tacuba no eran los suficientes para cumplir el encargo y claramente no tenían el mandato de emplear la fuerza necesaria para llevar a cabo su tarea. Si a un contingente de policía no se le va a dar todo el respaldo que requiere, no tiene caso arriesgar su integridad física o su vida en aventuras irresponsables.

Una tercera lección tiene que ver con la división que existe en una ciudad de México profundamente dividida por razones políticas. El delegado Arne aus den Ruthen es panista en una ciudad gobernada por el PRD. Y claramente no hay coordinación entre los dos órdenes de gobierno. El jefe de la policía capitalina, Marcelo Ebrard, ha señalado públicamente que él se enteró del desalojo cuando éste estaba ya teniendo lugar. El delegado aparentemente quiso utilizar una fuerza propia para no tener que recurrir a la policía capitalina. Pero al final no contó con la capacidad para realizar el trabajo. Qué bueno que la ciudad de México sea democrática. Pero en este caso estamos viendo los problemas de tener una ciudad segmentada en pequeños reinos, cada uno controlado por un grupo político distinto.

El delegado Aus den Ruthen afirma que se aplicará el artículo 285 del Código Penal —que impone sanciones a quienes impiden la realización de una obra pública— a los ambulantes que se opusieron al desalojo. Pero la verdad es que ya sabemos que la ley en México no se les aplica a los grupos políticos u organizados. Al final si la delegación quiere desalojar a estos grupos de ambulantes de la vía pública, y si ya demostró que no tiene la capacidad de hacerlo con la fuerza pública, tendrá que “comprar” esos espacios con el dinero de los contribuyentes.

Lo que más inquieta de la batalla de Tacuba es que se sigue incentivando el uso de la violencia para defender canonjías o causas políticas y sociales. Ya lo vimos en San Salvador Atenco, donde los bloqueos de carreteras y el secuestro de funcionarios resultaron el arma adecuada para que el Gobierno Federal echara para atrás una decisión. Los ambulantes de Tacuba, después de corretear y golpear a unos policías aterrados, celebraron su triunfo tan abiertamente como los ejidatarios de Atenco.

Y es que efectivamente ganaron. Una vez más ha quedado demostrado que en este país es más poderosa la violencia que la ley. Que no nos sorprenda así que nadie quiera obedecer la ley. Mi recomendación a los grupos de vecinos que se oponen al proyecto del segundo piso del Periférico es que se armen de palos y machetes. Porque los palos y machetes son el único lenguaje que entienden las autoridades mexicanas.

El campo

Cuidado con los intentos por renegociar el TLC. México tendrá este año un superávit comercial de 37 mil millones de dólares con Estados Unidos. ¿Queremos correr el riesgo de perderlo para proteger no al campo sino a los grupos políticos que siempre se han beneficiado de explotar a los campesinos?

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