Miami (EEUU).- Un juez del estado de Florida decidirá nuevamente si una mujer que está en coma hace 11 años debe ser desconectada a la máquina que la mantiene con vida como ha pedido su esposo, tras concluir hoy los testimonios médicos.
El magistrado George W. Greer escuchó durante seis días la opinión de cinco doctores: dos elegidos por los padres de Terry Schiavo, dos seleccionados por el esposo de ésta, Michael, y uno escogido por el tribunal.
Greer en el 2000 ordenó que quitaran el aparato a Terry, de 38 años, pero el Segundo Tribunal de Apelaciones de Lakeland, en la costa oeste de Florida, aplazó el dictamen.
La orden fue postergada hasta que se escucharan los testimonios de los médicos sobre la posibilidad de que Schiavo pueda recuperarse a través de terapia especial, como han argumentado los padres de la mujer que se oponen a que su hija sea desconectada del aparato.
Bob y Mary Schindler, padres de Terry, acudieron al tribunal de apelaciones para solicitar que esa instancia ordenara al juez efectuar una nueva audiencia y permitiera que otros médicos examinaran a su hija.
Los Schindler argumentan que su hija reacciona a sus visitas y que no está totalmente vegetal.
Durante las audiencias, los doctores seleccionados por Michael Schiavo y por el tribunal coincidieron en decir que Terry nunca recuperará sus facultades.
Mientras que los médicos escogidos por Bob y Mary Schindler, padres de Terry, dijeron que ésta podía recuperarse con terapia especial.
Terry entró en coma hace once años tras sufrir un ataque cardiaco por una bajada de potasio.
La abogada de los padres de Terry, Patricia Anderson, arguyó hoy que tras pasarse en el tribunal un vídeo donde se observa a la mujer abrir los ojos, quedó demostrado que puede recuperarse y no debe ser desconectada la máquina.
En procesos judiciales previos, los abogados de Michael Schivo han asegurado que Terry nunca deseó ser mantenida con vida de forma artificial, por lo que su esposo ha intentando desde 1998 que se autorice su desconexión de la máquina.
No obstante, sus suegros han apelado los dictámenes de los tribunales y acusan a su yerno de presuntamente querer cobrar el fondo fiduciario de su esposa de 700.000 dólares y casarse con otra mujer. EFE