IRVING, TEXAS.- Sin exigencia ni oposición de consideración, Águilas de Filadelfia llegó al Estadio Texas para sacar un triunfo de 27-3 sobre Vaqueros de Dallas que le agranda sus aspiraciones de recibir en casa toda la postemporada de la NFL.
En la sesión de sábado nocturno de la semana 16, Filadelfia ratificó la calidad colectiva que lo tiene como uno de los favoritos de la Conferencia Nacional, pues sin Donovan McNabb llegó a 12 triunfos por tres derrotas, que lo reafirma como líder ya clasificado de la División Este, misma en la que Dallas está hundido con marca de 5-10.
A.J. Feeley inició como mariscal abridor de Filadelfia y se fue con 253 yardas en 19 de 33 pases, uno de ellos para anotación y dos para intercepción, pero sin consecuencias. Duce Staley corrió para 56 yardas en 19 acarreos, con uno a las diagonales, y Antonio Freeman aportó 82 en cuatro recepciones.
Por Dallas poco puede decirse, salvo que cada vez está más cerca la salida de su coach, Dave Campo, pero sin que él sea del todo culpable, pues hay errores de coordinación ofensiva y de los mismos jugadores, de los que está ajeno.
El de anoche fue el último partido en casa para los texanos, pues el próximo domingo cerrarán la campaña en el Campo FedEx, propiedad de Pieles Rojas de Washington.
Además de muchos golpes encima, Chad Hutchinson terminó con 128 yardas en 15 de 24 envíos, incluido uno a manos enemigas. Emmitt Smith se despidió de su gente en 2003 con apenas 30 yardas en ocho acarreos, en tanto Antonio Bryant sumó 34 yardas en tres atrapadas.
En dos partidos, Vaqueros ha sido capaz de anotar diez puntos, pero ha tolerado 64, luego que la semana anterior cayó 7-37 frente a Gigantes de Nueva York.
Tras salir en cero de su primer intento, la escuadra de Andy Reid tomó la delantera 7-0, en un ataque coronado con carrera de cinco yardas de Duce Staley y el primero de tres puntos extra de David Akers.
A diferencia de Dallas, que seguía sin funcionar, Águilas llegó al campo rival con lujo de facilidad y logró un touchdown más, mediante el envío de Adam Joshua Feeley a Todd Pinkston, de 14 yardas, para el 14-0, ya en el segundo periodo.
Cuando parecía que sumaba otra anotación, a seis yardas de la línea de gol, Filadelfia tuvo que conformarse con un gol de campo de David Akers, de 32 yardas (17-0), por la oportuna captura del tejano Tony Dixon.
Así, 17-0, los equipos fueron a los vestuarios a hacer los ajustes precisos, evidentemente más los de Vaqueros.
Más le habría valido a Dallas no regresar al campo, pues sólo lo hizo para evidenciar la pésima coordinación ofensiva que tiene el coach Dave Campo, quien seguramente cargará con el despido sin ser él quien manda las inexplicables jugadas "in-ofensivas".
Tan pronto como volvió al campo, Chad Hutchinson soltó el balón, aunque para fortuna de Vaqueros no pasó a mayores, pues una intercepción posterior de Roy Williams le devolvió la posesión. Tuvo que ser en un regreso de despeje que los texanos pudieron plantarse hasta la zona definitoria de Filadelfia, pero increíblemente fueron incapaces de ganar nueve yardas en cuatro oportunidades, de hecho, salieron con las manos vacías, ni siquiera un gol de campo.
Pese a lo inoperante de su ataque, Dallas al menos pudo quitarse el cero de la pizarra, y con gol Cundiff, de 47 yardas, colocó el 3-17, ya en el cuarto periodo.
Pero fue en esa instancia donde Vaqueros cometió más errores, mismos que Filadelfia se limitó a aprovechar para agrandar su margen de triunfo.
Primero, Shawn Barber regresó 80 yardas una intercepción hasta touchdown y, luego, un fumble de Woody Dantzler en un regreso de kick off se transformó en un gol de campo de David Akers, de 39 yardas, que puso el 27-3 definitivo.
En adelante, el ovoide pasó de un lado a otro del campo, sin que pudiera terminar en las diagonales.
Anotaciones por cuartos:
Filadelfia 7 10 0 10 – 27
Dallas 0 0 0 3 – 3