Con el paso del tiempo, aun cuando las personas sean atletas, la producción de testosterona endógena se va perdiendo; esta misma es la responsable del mantenimiento y crecimiento muscular, así como la eliminación de grasa, y multitud de parámetros antienvejecimiento; el suministrarla en dosis excesivas es muy fácil y sólo se encuentra de manera sintética, lo cual puede desencadenar problemas severos de salud.
Un óptimo nivel de testosterona puede transformar una depresión crónica en un estado de ánimo excelente, así como estimular la libido por los cielos. Por lo tanto es muy importante suministrar, a partir de los 28 años, precursores hormonales que no son otra cosa que lipoproteínas que obligan a la hipófisis a los ovarios y-o testículos a funcionar mejor.
A través de gonadorfinas coriónicas humanas y estimuladores de la hipófisis podemos lograr que nuestro organismo funcione como si tuviéramos 24 años y nos resulte la vida igual de placentera. Un endocrinólogo especializado le dará el mejor consejo en cuanto a cantidad de estas lipoproteínas, que más que ser un medicamento, son suplementos que el cuerpo con el paso del tiempo deja de producir.
En ocasiones se nos recomiendan megadosis de vitaminas, y otras tantas cosas como el viagra que pueden traer graves consecuencias para la salud. No hay nada mejor que estimular el cuerpo a trabajar de una manera correcta, tal cual para lo que está preparado y que por medios alimentarios y de medio ambiente se lo impedimos.
Hasta la próxima...