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La democracia, muy cara

Saltillo, Coah.- Para Rosa Esther Beltrán Enríquez, maestra e investigadora de la Universidad Autónoma de Coahuila y autora del libro “Coahuila. Economía, política Sociedad y Cultura” editado por la UNAM, el país tiene actualmente una geografía política multicolor, donde no todos los partidos tienen una base sólida para justificar su existencia convirtiéndose en pequeños negocios familiares.

No duda en afirmar que el movimiento democrático en el país comenzó en el norte de la República, y el gran bastión de este fueron los municipios. Sin embargo advierte, “el PRI no ha muerto”.

Algunas personas ubican el año de 1988 con el inicio de un proceso democrático en el país, otros afirman que fue a partir de la legislatura LVII cuando el PRI ya no es mayoría en el Congreso. Para usted ¿cuándo cambia la geografía política de México?

Desde los 70 hay indicios de que algo está pasando. Podemos distinguir fechas importantes en este cambio democrático, la primera es sin duda el movimiento estudiantil del 68. En 1977-78 en el gobierno de José López Portillo hay una reforma electoral hecha por Jesús Reyes Heroles, que reconoce lo que hasta entonces habían sido movimientos clandestinos como el partido Comunista, el Socialista. Esta reforma les dio una consistencia legal para sacarlos del clandestinaje, si se da es porque hay un reconocimiento de que la realidad política ha cambiado.

A partir de ahí lo electoral se convierte en lo protagónico del escenario político, pero no son las elecciones federales, es desde abajo donde notamos un cambio. Son los municipios donde empieza a darse esa insurgencia electoral, donde vemos resistencia civil, movimientos de ciudadanos que reclaman por la limpieza electoral, que reclaman que el voto cuente y se cuente.

Creo que a finales de los 60´s, toda última mitad de los 70´s, todos los 80 y 90´s, es un movimiento de insurgencia electoral municipal que va a cristalizar en el 97 con la pérdida de la mayoría absoluta en el Congreso por parte del PRI y luego en el 2000, donde la geografía se hace multicolor, ya no es solamente tricolor.

El 68 es el movimiento estudiantil, los 70 la reforma electoral, ¿en los 80´s estaríamos hablando de los movimientos panistas cuando toman carreteras para defender su triunfo en algunas ciudades?

Chihuahua en el 83 y 86 es el punto que va jalando todo el movimiento, es también el reconocimiento de la primera gubernatura panista en Baja California. Está el movimiento de San Luis Potosí. Todas estas movilizaciones municipales yo las comparo con un rosario al que se van sumando ciudadanos con conciencia que todo tiene que cambiar.

Debemos recordar que en las elecciones municipales en Chihuahua de 1983 el PAN tuvo un repunte y luego en el 86 viene la elección para gobernador que no le fue reconocida a Francisco Barrio. En el 89 tenemos al primer gobernador panista en Baja California, en el 91 ahora sí reconocen a Francisco Barrio como gobernador ya como presidente Carlos Salinas. Lo local ha sido un bombardeo persistente, continuo, en diversos municipios del país. En este proceso el norte de la República fue lo más importante, eso no lo podemos negar. El norte es lo que va a jalar toda esta dinamita electoral que va a cambiar a todo el territorio nacional.

-¿Todo el norte de la República participa en este proceso?

No. Dentro del norte no todas las entidades han tenido el mismo papel. Primero fue Baja California, después Sonora donde ha habido movimientos electorales muy importantes, sin embargo el PRI no perdió. Después tenemos Chihuahua, donde Luis H. Álvarez hace una huelga de hambre por el no reconocimiento del triunfo de Barrio. Siguiendo la dirección de oeste a este tenemos a Coahuila fue como un muro de contención del avance del PAN, porque el noreste ha sido mucho más resistente a la oposición. Tenemos después Nuevo León, donde hasta hace 6 años el PAN se consolidó como oposición, en Tamaulipas el PRI sigue gobernando. Coahuila y Tamaulipas son estados muy similares en cuanto la posición del PRI, en cuanto elecciones a la antigüita.

El crecimiento

de la oposición errático

Estudios de la investigadora muestran un crecimiento constante de la oposición en Coahuila. En 25 años comenzando de 0 hasta las elecciones del 99, los partidos contrarios al PRI sobrepasan ya el 50% de las preferencias. Sin embrago para Rosa Esther Beltrán Enríquez, este avance ha sido errático.

“El crecimiento de la oposición al PRI ha sido errático, porque han pasado 21 años para que en Coahuila exista la oposición. Le llamo errático a las caídas que han presentado los partidos en algunas elecciones. Me refiero a que de repente alcanza triunfos y luego se cae la oposición. Puede tener varias explicaciones, una es la fragmentación. En Coahuila tenemos 11 partidos políticos, ¿cuáles son realmente partidos?, ¿cuáles en realidad merecen el registro?”

-¿Son muchos?

Son demasiados. Muchos no son partidos, son agrupaciones con intereses muy particulares, con estrategias para mantenerse aprovechando los recursos públicos.

Recientemente a nivel nacional el IFE otorgó el reconocimiento a 2 nuevos partidos: México posible y al Liberal Progresista, a cada uno le dio 19 millones 100 mil pesos para su funcionamiento.

-¿Es tan cara la democracia?

Es muy cara. Pero en Coahuila al gobierno le conviene esa fragmentación enorme, porque en un determinado momento estos partidos se convierten en aliados del PRI. Lo mismo sucede a nivel nacional, donde el tricolor ha impedido la reforma para eliminar partidos, porque esto le significaría menos recursos.

-¿Cómo ve a las 3 principales fuerzas políticas en el estado rumbo a las elecciones del 29 de septiembre?

El PRD está dentro de una lucha intestinal, no sé que va a quedar de este partido. Como que hay una infiltración de priístas que están apostándole a la desaparición del PRD en Coahuila. El caudal más grande de votos es el campo de la Laguna, en Saltillo es casi nada.

El PAN tiene su principal fortaleza en Monclova, en la región centro. En Torreón es tradicional la acción panista, pero únicamente han ganado la alcaldía en una sola ocasión. En Saltillo se ha presentado el fenómeno de la alternancia, en el 90 gana el PAN, 93 el PRI, 96 otra vez PAN y en el 2000 el PRI. No podemos decir que en Saltillo existe un panismo consolidado y fuerte.

En el PRI no hay mayor problema mientras el gobierno del estado sea de este partido. El gobernador es el factor de movimiento. El PRI no es un partido, es gobierno.

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