Los libros, no atraen
TORREÓN, COAH.- Los libros permanecieron en los estantes. De repente, eran hojeados por uno que otro visitante, que luego de revisar unos cuantos, decidía no comprarlos. Después de haberlos acomodado de la mejor manera posible para que resultaran atractivos al público, regresaban a las cajas en las que habían viajado varios kilómetros. La Feria del Libro Torreón 2002 llegaba a su fin, sin haberse cumplido las expectativas que los organizadores y editoriales participantes se habían marcado.
“Hemos visto al cabo de cinco ediciones que la feria nunca ha sido realmente exitosa, pero es un proyecto con una bondad, que por lo mismo no hemos querido abortarla, vemos con tristeza que falta muchísima cultura de la lectura”, dijo Claudia Máynez Alemán, titular del departamento de Difusión Cultural de la Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón.
Esta institución educativa tiene seis años consecutivos organizando la feria, que en esta ocasión se llevó a cabo del 25 al 29 de septiembre en el Gimnasio Torreón.
Según comenta la entrevistada, la falta del hábito de la lectura es un problema con el que se enfrentan año con año, y en esta ocasión quisieron combatirlo a través de los niños: “ofrecimos más talleres, casi lo doble que el año pasado, porque tratamos de provocar que en lugar de que los padres acerquen a los niños, los niños traigan a sus padres a la feria”.
Asegura que la asistencia fue buena en comparación con el año pasado, incluso a las presentaciones de libros y otros espectáculos que se ofrecieron; sin embargo, las editoriales no cumplieron con su objetivo primordial: vender.
De hecho, en esta ocasión resultó más difícil conseguir la participación de las editoriales, situación que se evidenció con la ausencia de importantes firmas como Gandhi, por mencionar sólo una.
“Estamos concientes de que la feria no va a sobrevivir si no es a través de las editoriales, para éstas no es negocio, realmente hacen un gran esfuerzo para acompañarnos y para apoyarnos para que este proyecto pueda seguir en pie”.
Los niños: la mejor respuesta
Los talleres que se ofrecieron para los niños en la Feria del Libro contaron con un lleno en todos los horarios: “los niños se iban encantados de la vida”, dijo Máynez Alemán.
Las editoriales trajeron buena carga de material bibliográfico infantil; por ejemplo, CONAFE ofreció un taller, al igual que el Fondo de Cultura Económica (FCE), teniendo ambos gran aceptación por parte de los pequeños.
Las editoriales
“No podemos decir que les fue mal a las editoriales, pero no tienen el éxito que pueden tener en otras ferias. Vamos a buscar estrategias para el año que entra, como más presentaciones de libros y más conferencias”, enfatizó la coordinadora del departamento que se encargó de la realización de la Feria del Libro 2002.
¿Qué es lo que está fallando? El que las editoriales puedan cumplir con el objetivo que ellas pretenden que finalmente es vender, en la opinión de la misma Claudia Máynez.
Para combatir esta problemática, a partir del mes que entra se iniciarán los trabajos de planeación de la Feria del Libro 2003, en la que se contempla conjuntar esfuerzos con instituciones culturales para que este programa se convierta en uno de los mejores y más esperados por el público lagunero.
Además, se planea convertir al Gimnasio Torreón en sede permanente de la feria, con el objetivo de darle mayor consistencia y continuidad. Su explanada sería aprovechada, según Máynez, para la presentación de espectáculos a cargo de talentos laguneros.
“Tenemos que ser tan estrategas como esto: escoger un fin de quincena para que la gente tenga dinero en efectivo, porque ellos (las editoriales) venden de contado”.
El balance
Los libros que ofrecían las editoriales en los distintos stands, traían buenos descuentos, afirmó Máynez Alemán, las editoriales traían muy buenas ofertas, pero el problema fue que hubo poca afluencia de universitarios y de catedráticos.
“Es una verdadera desgracia que teniendo esta oportunidad, la hayamos desaprovechado. Tuvimos una editorial especializada en libros de Derecho que venía de Monterrey, traía un acervo impresionante de todas las ramas y tuvo muy poca afluencia. Incluso el encargado trabajó mucho, se fue a juzgados, visitó todo lo que tuviera que ver con Derecho y tuvo poca respuesta”.
A pesar de que la afluencia fue continua, aunque “graneada”, y de que se contó con más visitantes que en las dos anteriores, las editoriales no cumplieron con sus expectativas, encaminadas primordialmente a la venta de sus publicaciones.
Torreón continúa en la edad media cultural
La falta de tradición hacia el hábito de la lectura, así como la constante preocupación de la gente por sobrevivir, son sólo dos de los factores que inciden en la poca respuesta del público hacia las actividades culturales que se ofrecen en la región, hablando específicamente de la Feria del Libro Torreón 2002.
Ésta es la opinión del escritor lagunero Jaime Muñoz Vargas, quien participó en el programa de la feria como presentador de libros.
“No tenemos una tradición larga de aprecio por el libro; aunque es una ciudad o una comarca que se ha desarrollado en el plano de la agricultura, la ganadería, la industria y el comercio, no hay en Torreón un arraigo pleno hacia el desarrollo literario”.
“Pienso que”, agregó, “ha ocurrido una vez más lo que tradicionalmente sucede: que ante una oferta cultural tan buena, no hubo respuesta del público”.
Según su apreciación, en las presentaciones de libros hubo poca cantidad de espectadores, nunca arriba de los 50, a pesar de la calidad de los escritores y de los libros presentados.
Sin embargo, Muñoz Vargas asegura que “no hay que ser pesimistas, no hay que bajar la guardia, sino que hay que continuar con la difusión de los eventos culturales”.
“Estamos ofreciendo productos culturales a una sociedad preocupada por sobrevivir. No hay recursos para mantener el hábito de la lectura, aunque si existiera ese hábito no habría pretextos: uno se las ingenia para conseguir libros: en oferta, de segunda, en autoservicios, no hay pretexto para no leer”.
Los niños no ven el ejemplo en sus casas, y además la gente que tiene poder adquisitivo vive preocupada por otros satisfactores como comprarse ropa, cambiar el carro por el modelo más reciente, u otros detalles en la casa, opina el escritor lagunero.
La combinación de varios factores, hacen que los que se dedican a la promoción cultural, vean como una utopía a los auditorios repletos de espectadores deseosos de escuchar a un buen escritor.
“Cuando tengamos presentaciones de libros como las hay en Guadalajara, Torreón se definirá como una ciudad desarrollada”. Por lo pronto, “seguimos atorados en nuestra edad media cultural”, concluyó Jaime Muñoz Vargas.
Uno de los stand más visitados
Por primera ocasión, el Fondo de Cultura Económica (FCE), a través del Teatro Isauro Martínez (TIM), colaboró de manera directa con la organización de la Feria del Libro.
Así lo expresó Laura Eraña de Garrido, directora del TIM, asegurando que el stand del Fondo fue uno de los más visitados.
La aportación de éste fue el taller infantil “Los hijos de la primavera”, en el que los pequeños aprendieron algunas leyendas de origen maya. Así como el homenaje a Nicolás Guillén, en el que Jaime Muñoz presentó la antología de poemas “Donde nacen las aguas”, mientras que Irene Vegas y Mario Nieves ofrecieron conferencias con respecto a la vida y obra del escritor cubano.
Además, “tuvimos la presentación del libro de Alda Merini a cargo de Saúl Juárez y Jaime Muñoz, el cual fue escrito desde un manicomio y a través del cual se puede descubrir a Jeannette Clariond como una escritora”, dijo Eraña de Garrido.
En esta ocasión, la editorial puso más atención a la colección infantil, ya que es una de las áreas más importantes y más completas con las que cuenta, comparada con otras editoriales, opinó Laura.
“Es el primer año que participamos no con recursos económicos, sino con un stand propio, con una buena respuesta. En cuanto a ventas tuvimos una buena respuesta, de hecho el Fondo de Cultura Económica se sorprendió”.
La sucursal del FCE en Torreón cuenta con apenas tres meses de labores en la región, por lo que su principal objetivo al participar en la Feria del Libro Torreón 2002, era el de darse a conocer al público y enriquecer su acervo al ponerse en contacto con otras editoriales, para futuros intercambios. Esta filial participará en la feria del libro que se llevará a cabo en Monterrey en los próximos días.