PARIS (Reuters) -- La diseñadora británica Stella McCartney dejó que sus propuestas hablaran por sí mismas, recortando su célebre y exquisita lista de famosos invitados para dejar que sólo brillaran sus creaciones, realizadas con extraños materiales.
El ex-Beatle Paul McCartney, un asiduo asistentes a los desfiles con las creaciones de su hija, estuvo ausente en la primera fila de los espectadores que acudieron a ver el desfile de Stella. Sólo la cantante de pop británica Sophie Ellis-Bextor, con su pelo de color púrpura, pudo distraer a los fotógrafos durante unos momentos desplazando la atención de la pasarela.
La noche brilló por las creaciones de Stella, que abarcaban desde trajes de día que parecían llevar el sello del estilo del Príncipe de Gales, hasta delicados y vaporosos vestidos preparados para galas nocturnas adornados con cadenas doradas.
Los asistentes al desfile, que tuvo lugar en el Palacio Brogniart de París, antigua sede de la Bolsa de París, asistieron al quinto día de la Semana de la Moda de la capital francesa, un evento que también contará con los diseños de las prestigiosas firmas de Louis Vuitton e Yves Saint Laurent.
Quizás Domenico de Sole, director ejecutivo de Gucci, firma a la que pertenecen los diseños de Stella, estuviera esperando que los magnates del comercio sonrieran a la recién creada marca de McCartney, temiendo que las sombras de una guerra y la recesión económica mermen las expectativas de una buena época para los diseños más elitistas.
El lujoso grupo italiano, que entre otros sellos también incluye a Saint Laurent y Alexander McQueen, recortó sus pronósticos de ingresos para el 2002, después de que sus beneficios netos cayeran un 55 por ciento en el segundo trimestre del año.
Burbujas y minis
Sorteando las turbulentas aguas del actual mercado de la moda, McCartney se envuelve en tops vaporosos y elegantes pantalones que la han convertido en uno de los estandartes del estilo inglés de la moda.
En su colección ha jugado con el volumen, combinando tops radiantes con faldas que imitan casi a una burbuja, y vistiendo a sus modelos con quimonos de satén sobre una camisa de seda. Sus innovaciones incluyen chaquetas "bomber" de satén.
Un vestido en azul claro fue muy admirado, adornado con bordados dorados en los hombros de un modo perfecto.
Los vestidos minis se encajaban en la cintura y describían figuras circulares inspiradas en patrones de vuelos, mientras eran iluminados por luces azules o tonos melocotón.
"Ese era mi favorito. Me encanta ver tantas minifaldas porque me gusta dejar mis piernas a la vista", dijo Ellis-Bextor después de ver la colección.
Una personalidad sobre las pasarelas
McCartney, una vegetariana estricta, rechaza el uso de la piel en su ropa, así que los accesorios incluyen zapatos fabricados con plexiglás y nailon.
Su rechazo a diseñar prendas de cuero no ha hecho que su jefe la despida, que dice que está contento con el desarrollo de la marca en la que es ya su tercera temporada.
"Es una colección bonita, le gusta a todo el mundo, así que estamos muy contentos. Pienso que va a tener mucho éxito", dijo de Sole.
"Creo que a la gente le encanta su imagen, hasta el modo en que ella viste, me parece que su colección refleja su personalidad", agregó.
McCartney ha luchado por distanciarse de sus célebres orígenes, pero su fama está claramente ligada a Gucci.