MATAMOROS, COAH.- La magia de producir diversos objetos a partir del barro, pudo ser apreciada en una muestra artística que ofreció el maestro lagunero Nemorio Ibarra de Santiago en el Galpón Cultural de esta ciudad.
Provisto de su torno y mesilla de trabajo, el ceramista logró modelar ante los ojos de los asistentes, diferentes piezas de barro trabajadas con la destreza de sus manos.
El profesor Matías Rodríguez Chihuahua, quien preside esta institución, fue el encargado de coordinar este espectáculo cultural, y fue él mismo quien proporcionó esta información.
Concentrado en su quehacer, después de media hora Ibarra de Santiago exhibía sobre su mesa: jarrones, vasos y pequeños floreros con toque maestro que la experiencia de muchos años le ha permitido adquirir.
El pasado viernes 6 de septiembre, los matamorenses se concentraron en El Galpón Cultural para presenciar un programa completo en el que tres personajes de las artes complementaron una velada, que resultó del agrado del público.
La inauguración de una colección de cuadros al óleo, abrió el programa preparado para esa noche, que sirvió de marco para presenciar la creación artística del maestro Nemorio, amenizada por temas populares.
Protagonistas del programa fueron los artistas Dagoberto Proo Moreno y el cantautor lagunero Ignacio Cárdenas Alvarado, quienes contribuyeron con las artes visuales y la música, respectivamente.
El maestro
Nemorio Ibarra de Santiago trabaja actualmente en la Universidad Iberoamericana (UIA) Torreón, además de fungir como maestro ceramista de la escuela normal “Lázaro Cárdenas del Río” en Lerdo, Durango.
Aunque es originario de San Pedro de las Colonias, creció y se formó en escuelas de Torreón, para posteriormente, ya como maestro, convertirse en uno de los fundadores de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio.
Además de impartir clases como profesionista, el maestro Ibarra de Santiago es impulsor del arte en recintos culturales de La Laguna; sus demostraciones al público han merecido el aplauso y reconocimiento a su labor.
Su pasión es la creatividad que las tierras laguneras le brindan a través de los barros, y su gran amor hacia la sociedad lo hace un humilde labriego forjador de nobles alusiones para sus semejantes.