El miércoles se presentó una exhibición en la Casa de la Cultura de Gómez
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Con gran aceptación por parte de los asistentes, fue presentada la exposición fotográfica titulada “Retorno a Aztlán”, el pasado miércoles en la Sala Rodolfo Escalera Vízcaino de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, misma que permanecerá hasta el día 27 del presente mes.
La directora de la Casa de la Cultura Rosina Guerrero de De Alvarado, explica que dicha exposición fotográfica habla sobre los indígenas: “Son nuestros hermanos, nuestras raíces y de ahí venimos”.
El objetivo principal de cada una de las fotografías es que las personas que asistan a ver las obras, se den cuenta de que hablan de la migración de los aztecas, los cuales buscaban su residencia. Según señala la directora “se dice que cuando los aztecas andaban emigrando, radicaron un tiempo en un lugar de Gómez Palacio, y esto lo dice una persona que sabe del tema”.
Antes de iniciar el evento y de cortar el listón inaugural, se presentó el grupo de danza azteca “Chicomostoc” a cargo del profesor Ezequiel Romero, el cual se presentó en el ágora de la Casa de la Cultura. Este grupo le dio realce a la exposición del “Retorno a Aztlán” ya que representaron bailes típicos de los aztecas.
Luego del corte de listón, los asistentes pasaron a la sala para apreciar las fotografías que representan las imágenes de la película, la cual lleva el mismo nombre de la exposición fotográfica. Más tarde, se ofreció un brindis para cerrar con broche de oro la presentación de la obra, que dejó a los asistentes muy contentos.
Para la organización de tal evento se contó con la participación especial del museógrafo Raúl Horacio Marmolejo, del grupo de danza azteca “Chicomostoc”, y del personal de la Casa de la Cultura y del Centro Cultural de Gómez Palacio.
Historia de una civilización
La era prehispánica estaba ausente del cine nacional, cuya inspiración principal eran los esquemas dramáticos propuestos por Hollywood. El cineasta Juan Mora propone en su película “Retorno a Aztlán” volcarse hacia un tema fascinante: mostrar los viajes realizados por los emisarios de Moctezuma y del campesino Hollín, quienes partieron rumbo a tierras míticas, con el objeto de terminar con una sequía de cuatro años.
Mora trabajó en el guión de manera minuciosa, prefiriendo el náhuatl en los parlamentos de sus personajes y con música precolombina. “Retorno a Aztlán” es una de las mejores cintas del cine mexicano de ayer y hoy.
Aztlán significaba para los antiguos mexicanos “tierra blanca”, y fue el lugar donde se establecieron los aztecas antes de la fundación de Tenochtitlán, hoy en día, conocido como Nuevo México; éstos fueron guiados por Huitzilopochtli, dios de la guerra y del sol en la religión azteca, en su migración desde Aztlán hacia el Valle de México.
Sus creencias y su extremada organización, aunada a su sensibilidad, forjaron uno de los imperios más poderosos, creando con la rudeza de su trabajo magníficas edificaciones.
Sus dogmas religiosos quedaron plasmados en monumentales esculturas de dioses, reyes y hazañas, además en miniaturas los hechos cotidianos más relevantes. Combinaban oro y plata, además de piedras semi preciosas como jade, turquesa, entre otros. Éstas eran utilizadas para joyas, figuras y recipientes, así como figurillas de cerámica, dentro de las más importantes estaba la figura femenina que llevaba dos de éstas en los brazos y se consideran un símbolo de maternidad.
Sus escrituras eran náhuatl con caracteres latinos, y su música se realizaba con seis, siete o más tonos. En su arquitectura realizaban templos gemelos como el “Templo Mayor”, el de las “Tres Culturas”, “Tepoztlán”, “Tenayuca” y otros, claro ejemplo de la representación dual de las divinidades.