?Sin orden no hay obediencia a las Leyes, y sin obediencia a las Leyes no hay libertad, porque la verdadera libertad consiste en ser esclavo de la Ley?.
(Filosofía fundamental)
Hace unos meses en ésta columna me refería con motivo de la suspensión del proyecto del nuevo aeropuerto por la presión ejercida por los campesinos de San Salvador Atenco con machete en mano, la incapacidad negociadora del Gobierno de prevenir anticipadamente éste problema al descuidar el diálogo con todas las partes interesadas confundiendo la libertad de expresarse y la misma Democracia con los excesos e intolerancia de los inconformes por lo que se estaba sentando un precedente peligroso de resolver situaciones fuera de la Ley; hace unas semanas hubo en la capital un enfrentamiento con la policía al tratar de desalojar a comerciantes ambulantes que no tenían su permiso correspondiente haciendo huir de plano a las fuerzas del orden, así mismo criticamos que no se actuara con rigor contra los responsables del reciente bloqueo de la autopista México-Cuernavaca que terminó en una negociación obligada por los acontecimientos, sin tratar al menos de aplicar la ley a quienes sin justificación alguna motivaron quebrantos económicos y pérdidas de tiempo para infinidad de personas ajenas a éste problema.
La semana pasada presenciamos gracias a los medios televisivos, el asalto a la cámara de diputados en dos ocasiones por maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y Barzonistas recordándonos tiempos revolucionarios y mostrando a varias partes del mundo que aún no superamos nuestra cultura del ?México bronco? y no medimos los límites que existen entre la libertad y el desorden, todo bajo el pretexto de la democracia y de la libertad de manifestarse.
Sin entrar en ésta ocasión al análisis de los problemas de la gente del campo y éste sector de los maestros, sin duda en una gran parte justificados, lo que se pone de manifiesto es que no hay la suficiente madurez en nuestras Instituciones para resolver en forma civilizada las inconformidades ó reclamos como debe de actuarse en un País Democrático; es penoso observar a los representantes de los principales partidos en la Cámara baja después de la suspensión de la sesión del Pleno por la irrupción violenta, buscar de inmediato obtener beneficios personales y partidistas al acusarse de inmediato mutuamente de la responsabilidad de éste hecho tan lamentable con tan pobres argumentos pero sí elocuencia demagógica, que a uno no le queda duda de lo mal que estamos representados en los recintos parlamentarios que son los que nos permiten expresar y resolver mediante la concurrencia de las diferentes corrientes ideológicas los problemas sociales y económicos de una País que ya no puede esperar más la solución de los rezagos y desafíos bajo un nuevo orden democrático.
Los diputados en vez de buscar su lucimiento personal en éste caso, deben en conjunto pedir al ejecutivo que aplique la ley sin distingos ejerciendo sus funciones por medio de sus Tribunales Judiciales y Administrativos en la aplicación y sanción de las Leyes; es evidente que cuando los sectores de la sociedad no son escuchados y atendidos por las autoridades correspondientes, buscan canalizar su descontento bajo cualquier medio, pero éste tipo de acciones no se pueden avalar y se requiere aplicar el Estado de Derecho ya que éste es el que regula la conducta de cada individuo en su interrelación con la comunidad, y como está sustentado en un poder organizado con el consentimiento tácito de la sociedad existen casos extremos como los que estamos viviendo en donde se puede emplear la coacción pues aún cuando no es lo deseable, no hay otra posibilidad para asegurar la eficacia en la aplicación y el respeto a la ley en beneficio del orden y la paz de toda la sociedad del país.
De otra manera si se continúa solapando acciones fuera de la ley, no se puede hablar de una ?nueva visión? con motivo de las pláticas de nuestro País con Estados Unidos y Canadá bajo el marco de conmemorarse los diez años del acuerdo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, además de que como ya he comentado en los tópicos económicos: los mercados no sólo se manejan por el rendimiento sino además por el sentimiento.
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