Gabino Martínez Guzmán, director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UJED, opina que la Universidad debe cambiar y adecuarse a la realidad, mediante el camino de la Reforma Universitaria.
Asimismo, consideró que no es necesario celebrar un congreso universitario para aprobar la Reforma, debido a que ésta deberá aprobarse en el Consejo Universitario, como se legisla en el Congreso del Estado.
Dijo que aunque las propuestas y aportaciones que se hicieron no se juntaron todas en el mismo día, en un período o en una sesión permanente, podría considerarse como algo similar a un congreso, no en su acepción clásica.
Asimismo, consideró que la Universidad debe adecuarse a la realidad, porque ésta va cambiando, pero aclaró que este cambio debe hacerse de acuerdo a la normatividad. Respecto a si son los tiempos adecuados para realizar estas adecuaciones, comentó que es el Rector la persona idónea para valorar lo adecuado o inadecuado, y sobre la pertinencia del tiempo político, porque tiene la información de la situación política de la Universidad.
Martínez Guzmán explicó que en la Universidad hay entes críticos o conscientes de lo que está pasando, que saben para qué sirve la educación y para qué sirve una universidad, que conocen Durango, México y los cambios que requiere la UJED.
Dijo que los cambios que requiere la Universidad en los aspectos operativos, deben ser prácticos, realizables, adecuados, “porque en México se es proclive a las limitaciones extralógicas, cuando los contextos culturales son directores y producen resultados contrarios a los que se requerían”.
En este sentido, señaló que todos los que participaron en estas intervenciones y propuestas que reunió el Comité de Seguimiento para la Reforma Universitaria conocen la Universidad, la Ley Orgánica; la instancia encargada hizo el resumen y posteriormente distribuyó la propuesta para recoger opiniones.
Para el Director del IIH, es correcto que haya otra ronda para recoger más opiniones, después que se tomen en cuenta las aportaciones o propuestas de las unidades académicas, antes que el documento sea sometido a los órganos colegiados de la Universidad, como es la Junta Directiva y el Consejo Universitario.