Torreón, Coah.- La belleza mexicana será representada por dos laguneros. Primero fue Marisol González quien se alzó con el título de Nuestra Belleza México, y ahora le tocó el turno al modelo torreonense Antonio Paz, quien dará la cara por los varones aztecas en el certamen Mr. Continental, mismo que habrá de celebrarse del 18 al 30 de noviembre en Alemania.
Tras haber ganado el título de Mr. Latino México Intercontinental, Antonio partirá hacia el viejo continente para traerse el reconocimiento como el hombre más guapo del mundo, derecho que adquirió el pasado mes de septiembre en la ciudad de Villahermosa, Tabasco al derrotar a otros modelos de este país.
Antonio Paz tiene 24 años y vivió hasta el año 2000 en la colonia Nuevo Torreón, pero después de mucho esperarlo, partió a la capital mexicana para audicionar en el Centro de Educación Artística de Televisa y comenzar una vida dentro del modelaje, una de sus pasiones.
El que persevera alcanza
Tenía 15 años de edad cuando se dio cuenta que el modelaje era lo suyo; estudiaba la preparatoria en el Instituto México (hoy Antonio Bernal Imperial) y tuvo la oportunidad de participar en dos desfiles organizados en la escuela.
“Un viernes de cada mes era llamado el viernes social y se premiaba al mejor vestido. Desde que yo entré a la prepa lo gané. Siempre me gustó vestir bien”, contó.
Rápidamente este chico se dio cuenta que quería ser modelo, lo hizo saber a sus papás pero no obtuvo una respuesta favorable de su progenitor. “A los 16 años intenté irme a México a hacer casting al CEA, pero mi papá me lo negó, me dijo que primero tenía que hacer una carrera y que después hiciera lo que quisiera.
Fue entonces cuando entré a la UAC a estudiar la licenciatura en administración de empresas, mientras tanto modelaba para importantes tiendas de La Laguna. A los 22 días de haber terminado la carrera presenté mi examen profesional, pero lo hice para cumplir con el requisito que me pidió mi padre”.
Cumplida la encomienda, Antonio se fue a la capital de México en busca de suerte. Audicionó en Televisa y pasó la prueba, pero necesitaba dinero y empezó a modelar. Hoy puede presumir haber participado con los diseñadores más importantes del país, grabar comerciales para marcas reconocidas y participar en campañas publicitarias de empresas trasnacionales.
No todo es color de rosa
Ya estaba adentro; esa sensación que le daba ser parte del medio, rozarse con personas importantes, tener una imagen y andar bien vestido lo disfrutaba al máximo.
Antonio estaba teniendo éxito, pero tuvo que pagar un precio por ello. “Lo mucho o poco que he conseguido significa todo un logro. Para empezar no me quedé con las ganas de irme a México, todo esto representó muchos días de sueños, de constancia en esta ciudad y sacrificios.
Gané el concurso porque estoy preparado, cuando llegué a México no vine para ver quien me daba algo, no me gusta ser conformista. Debo confesar que traía alto mi ego, si no lo haces así, te tragan. Aquí estás compitiendo con argentinos, puertorriqueños, cubanos, europeos...”.
Los vicios al alcance de la mano
“La gente piensa que el medio artístico y el modelaje son lo peor y el ambiente más cochino, pero lo mismo puedes encontrar en un bar, o en la calle”.
-Has caído en los vicios del modelaje? “No, porque desde el momento que llegué a la ciudad de México dije que las cosas iban a girar alrededor de mi, no yo alrededor de las cosas. En este ambiente hay drogas, sexo, químicos, incluso la vanidad es un vicio en el cual es fácil caer”.
Antonio sabe en lo que está metido, un mundo que le fascina, pero también está consciente que existe mucha frivolidad y tentaciones, como el meterte con alguien para sobresalir. (Con la vista perdida dice) “Es muy tentador y fácil meterte con alguien para alcanzar otros objetivos, pero tenlo por seguro que si ya lo hubiera hecho sería alguien famoso y no tendría que estar batallando”.
En febrero del 2003, Antonio Paz estará trabajando tres meses en Barcelona... “todo dependerá de mí para irme permanentemente a tierras europeas”.