El primer resultado que arrojan los comicios estatales de ayer es el alto índice de abstencionismo ciudadano. El electorado sólo se hizo presente entre un cuarenta y cinco y un cincuenta por ciento. Las causas pueden ser muchas, y sería prolijo analizarlas ahora. Solamente por enumerar algunas diremos que tuvo mucho qué ver en ello la astenia de los partidos políticos, pues todos se han despreocupado de alentar la participación democrática en aras de concentrar para su beneficio sus grupos dirigentes el acceso a las candidaturas para los cargos de elección popular. Un ejemplo basta: desde que se ha anunciado la reforma constitucional que permitirá la reelección de senadores, diputados federales, legisladores locales y presidentes municipales suenan los mismos nombres para pelear por tales posiciones en los comicios federales del 2003. Los diputados se lanzarán a las senadurías y los senadores a las diputaciones. El chiste es no salirse de la nómina, y que esperen quienes hacen méritos para alcanzar tales postulaciones....
La celebraciones de las elecciones locales, por fortuna, no estajan un mínimo de votantes para ser declaradas legales, y los candidatos se sienten igualmente legitimados por un voto que por mil: así que los comicios de ayer son válidos y legítimas. Los ciudadanos incumplidos, por su parte, podrán seguir montados en su irresponsabilidad. Se advierte que obtienen la credencial de elector nada más por contar una identificación personal, para cobrar sus cheques y resolver un trámite oficial. Lo malo es que poco se hace, desde el gobierno, para desterrar el abstencionismo en los procesos electorales y a la gente le da lo mismo votar o no votar. La democracia no es, entonces, cuestión de ganas, sino de educación y responsabilidad. De acuerdo a las informaciones que hemos escuchado en los noticiarios radiofónicos se registraron algunos incidentes en varias casillas con el destacado protagonismo de priístas y panistas, no solamente en Saltillo sino en otros municipios, lo cual también es deplorable. Quejas del PAN contra el PRI; quejas del PRI contra el PAN; quejas del PRD contra el PRI y el PAN. La mayor parte por acarreos priístas, inducción del voto por el PAN y algunas confrontaciones surgidas al calor de la contienda. La total civilidad fue una señora ausente, a pesar de que el gobierno federal afirme que somos un país ganado para la democracia.
En Saltillo se confirmó, hora tras hora, cada vez con mayor firmeza la victoria del profesor Humberto Moreira Valdez, pues los números extraoficialmente conocidos abundaron en que el margen de distancia entre éste y la señora Vives de García Narro era casi de un setenta por ciento a favor del primero. Más tarde, los no registrados encuestadores de Mitovsky aseguraron que Moreira ganaba el 96 por ciento de las casillas, llevándose el 67 por ciento de la votación contra el 25 por ciento del PAN y el 4 por ciento para la chiquillada.
Obviamente los candidatos a diputados locales ganadores fueron los del PRI en los distritos que convergen en Saltillo. Sería cómodo decir que Moreira Valdez los arrastró en su triunfo, pero resultaría injusto, pues cada uno de ellos hizo su propio esfuerzo y consiguió la victoria. Lo expectativa es que continúen en la misma esforzada actitud a la hora del trabajo legislativo. En Torreón parecía dibujarse un distinto panorama. Los primeros resultados, referentes al 50 por ciento de las casillas, indicaban que el candidato del PAN, Guillermo Anaya, superaba en un seis por ciento a la candidata del PRI, Laura Reyes Retana. A la hora en que conocimos la noticia la diferencia no parecía ser muy relevante, aunque el PAN anunciara su victoria anticipadamente. Para los señores de Mitovsky los resultados reflejaban un “empate técnico”...
Ramos Arizpe fue ganado por Ernesto Saro Boardman, al final de un camino antes recorrido. En algunos municipios del Norte hubo descalabros para el PRI: Ciudad Acuña, Sabinas, Frontera, Sabinas, parecen haber cambiado de partido, mientras que en Piedras Negras arrasó Claudio Bress, igual que triunfó en Monclova Jorge Williamson, ambos del PRI..
Cierro esta columna en el afán de que llegue a tiempo a los periódicos. Ya habrá material para la columna del miércoles, del viernes y siguientes.