TORREÓN, COAH.- El hombre que siendo la máxima autoridad de Coahuila colocó las primeras piedras de lo que son hoy la Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma de Coahui-la (UA de C) y la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT), hoy tiene su libertad condicionada y el territorio restringido... ¡La vida es una rueda de la fortuna!, opinan estudiantes y catedráticos universitarios.
Rogelio Montemayor Seguy, enfrenta quizás el problema más serio en su larga trayectoria como personaje público, dentro y fuera del seno familiar, pues al surgir la información internacional de su detención, aunque con el beneficio de libertad condicionada, se conoció también que el estado de salud de su madre Lily Seguy viuda de Montemayor, es delicado, pues a raíz del problema incrementó el consumo de cigarrillos y presenta complicaciones por enfisema pulmonar.
Poco después de que a nivel nacional, el Gobierno Federal anunciara grandes apoyos a la educación tecnológica, en La Laguna Montemayor Seguy el 21 de octubre de 1998 en los predios del ejido El Águila colocó la primera piedra de la fase inicial de construcción de esta casa de estudios.
La inversión inicial por parte del Gobierno Federal y estatal en esa obra, fue de casi 40 millones de pesos; además, durante esos primeros meses se realizaron acciones importantes tales como reuniones y talleres con empresarios quienes conocieron y aprobaron los programas de estudio.
El viernes 13 de noviembre de 1998, Rogelio Montemayor Seguy, entonces Gobernador constitucional del Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, informó a sus habitantes, —a través del Periódico Oficial, cuyo director era Carlos Juaristi Septiem—, que la diputación permanente del Congreso de esta entidad decretaba la creación de la Universidad Tecnológica de Torreón, como organismo público descentralizado de la administración pública del Estado, con personalidad jurídica y patrimonio propios con domicilio en la ciudad de Torreón.
Un año después, en junio de 1999 Montemayor Seguy acom-pañado del entonces secretario de Educación Pública (SEP), Miguel Limón Rojas, así como del rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Jesús Fraustro Siller, —hoy principal colaborador del Gobierno Federal en la SEP—, colocaba la primera piedra de la UA de C en esta ciudad.
La piedra colocada por Rogelio Montemayor, un año después se convertiría en el Centro Cultural Universitario (CCU), “Braulio Fernández Aguirre”, creado con una inversión de 45 millones de pesos, según el director general del proyecto Alberto Galván Tamayo.
¡Como da vuelta la vida!
Sin embargo, Montemayor Seguy, quien arrancó aplausos y reconocimientos por el respaldo a la educación, sobre todo por estas obras de gran beneficio a La Laguna, siendo entonces la máxima autoridad de nuestra entidad, hoy vive bajo estrictas condiciones obligado a portar un brazalete para ser detectado donde quiera que se encuentre, con una libertad condicionada y una familia que exhibe síntomas negativos de salud y lo más grave, fuera de la tierra y la gente que lo vio nacer.
Al terminar su gestión como gobernador de Coahuila, Roge-lio Montemayor fue nombrado director de Petróleos Mexica-nos (PEMEX) y hoy es acusado del desvío de recursos, delito en el que se manejan enormes cantidades de dinero –más de dos mil 200 millones de pesos—, presuntamente destinados a la campaña política del entonces candidato Francisco Labasti-da Ochoa.
El sentir de los universitarios es encontrado, para la hoy coordinadora de la Universidad Autónoma de Coahuila, Rosa María Franco Parra, en aquel momento el Gobernador ayudó mucho a La Laguna y a la Universidad, sostiene:... “¡Cómo da vueltas la vida, ¿verdad?!, pero ahora está metido en otra cosa, problemas con la Ley y eso ya no nos toca comentar a noso-tros”, expuso en su corta opinión.
Un grupo de estudiantes al salir de la Ciudad Universitaria se concretó a comentar que cada quien cosecha lo que siembra, “si el ex Gobernador no cometió ningún delito, pues lo dejarán en libertad total y no condicionada, pero si se descubre lo contrario, pues debe ser tratado como cualquier otra persona”, dijeron Silvia Guerrero y Adriana Chávez.
El ex director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Lerins Varela Castro, hoy catedrático en la materia de Política y Opinión Pública, opinó que las reglas en México han cambia-do; “antes este tipo de acciones se perdonaban, pero ahora no”.
“Uno de los problemas más graves del país ha sido siempre la impunidad, no se podía aplicar la justicia en contra de los revolucionarios o en contra de la gente cercana a quienes tenían el poder, hoy la sociedad es más exigente y uno de los grandes retos del actual gobierno es precisamente ése, luchar contra la corrupción y la lentitud de los trámites”.
“Independientemente del caso de Montemayor, todo está cambiando, son acciones más apegadas a Derecho y no a cuestiones políticas”, consideró. “Antes era común que se detectaran políticos que desviaron recursos y no pasaba nada, hoy no”.
Otros funcionarios universitarios prefieren no hablar del asunto, “no se vale hacer leña del árbol caído, sostienen. La vida es la rueda de la fortuna, por eso siempre hay que ser igual”, destaca Gerardo Ramírez, estudiante en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA).