Las fuerzas del feminismo se han intensificado para bien. El aumento increíble de opciones de todos tipos de igualdad y justicia para los individuos, sin importar la raza, la religión, la etnia o el género, es parte de los tiempos modernos. Las mujeres cada vez tienen menos restricciones para adoptar papeles similares a los del hombre, tanto como profesionales, trabajadoras o en cualquier actividad que contribuya al progreso económico. No es fácil para las mujeres abandonar los papeles tradicionales a que se han sometido durante siglos, o incluso milenios. Para muchas de ellas, las consecuencias han sido devastadoras, y los nuevos papeles que asumen en la sociedad les ha creado confusión. Tal parece como si la liberación que tantas mujeres invocan a través del feminismo, les ha robado un poco de sí mismas. Los estudios dicen que las mujeres de los países en vías de desarrollo que adoptan papeles tradicionales, tienden a ser más estables que las mujeres liberadas de los países más ricos. Pero, sin duda las mujeres hoy en día se hacen valer más.