El mapa político de Coahuila quince días después de las elecciones, en lo general, es alentador por su pluralidad. Éste nos manifiesta, el resultado de una jornada electoral pacífica, en la que los diversos partidos políticos hicieron cada uno de ellos una oferta y nosotros nuestra elección sobre alguna de ellas, canalizando así nuestra diversidad, nuestros anhelos y nuestras creencias, políticamente hablando.
La nueva Ley Electoral logró darle a esta pluralidad el marco jurídico que deseábamos y el Instituto Estatal Electoral la calificó como válida. Indicadores todos alentadores, pero no suficientes para lo que debemos lograr.
El padrón electoral de Coahuila nos indica, cerrando cifras, que somos un millón quinientas diez mil personas, (771,000 mujeres y 739,000 varones), y únicamente fuimos a ejercer este derecho 688,000 votantes. Más del cincuenta por ciento de los coahuilenses no acudió a las urnas, no se manifestó, no nos señaló la oferta de su preferencia, guardó silencio. Este abstencionismo, nos debe preocupar y ocupar a todos. ¿Por qué sucede? Para saberlo, necesitamos la investigación de los estudiosos, que nos indicaran las causas y conociéndolas tener la posibilidad de combatirlas. Si no las conocemos, nos quedaremos tan sólo con sus efectos, seguiremos sin saber qué nos pasa; seguiremos especulando en el discurso sin acciones concretas. Seguiremos eligiendo a nuestros gobernantes tan sólo unos cuántos; seguiremos con preguntas sin respuestas. ¿Es el elector el responsable, o son los partidos políticos por su oferta? ¿Es la desesperanza? ¿Es la apatía? ¿Es la ignorancia o la falta de reflexión? ¿Es la falta de humanistas preocupados por sus comunidades?
Torreón, que en lo particular es el que nos debe preocupar y ocupar es un caso insólito. Su padrón arroja, otra vez cerrando cifras, 365,000 personas, (191,000 mujeres y 174,000 varones); el más grande padrón del estado, seguido únicamente por la ciudad de Saltillo que cuenta con un padrón de 357,000 (183,000 mujeres y 174,000 varones); en los otros 36 municipios sus padrones no rebasan los 100,000 votantes, a excepción del municipio de Monclava con 129,000.
Pero volvamos al caso insólito de nuestro querido Torreón, no sin antes aclarar por respeto a los lectores, que la que esto escribe es una eterna enamorada de él, con credenciales para opinar sobre él, porque él, mi Torreón, me ha dado todo, Me dio mi cuna, mi familia, mis estudios, mi amor de mis amores, mis hijos, mi oficio, mis amigos, y mi cripta en San José.
En Torreón, del padrón ya señalado, votamos únicamente 171,000 personas; 194,000 se quedaron sin hacerlo; siguiendo el mismo patrón del estado, más del cincuenta por ciento. Aquí las interrogantes de las causas se complican, será porque más nos duelen. ¿Cómo puede ser así en una ciudad como Torreón, que ha trascendido sus fronteras locales, nacionales e internacionales, con empresas tan exitosas, gestadas con el esfuerzo de las manos y las mentes laguneras, como Lala y Soriana, incluyendo a Peñoles? ¿Cómo es posible que esta ciudad, teniendo gente tan emprendedora y trabajadora, no hayamos a la par generado humanistas, para ocupar los puestos de dirección en el gobierno de ella, de ella que se lo merece todo y que ha generado tanta riqueza para el resto del estado y de la nación? ¿Cómo es posible que a los pocos humanistas que nuestra tierra ha gestado, no los sepamos reconocer, sino todo lo contrario, con gran beneplácito de los saltillenses, que lo que menos quieren es vernos unidos, políticamente hablando? ¿Cómo es posible que nos dé miedo hablar, que no nos atrevamos y que no tengamos líderes de opinión, para evaluar sobre las más de las veces pobre oferta de los partidos políticos? ¿Cómo es posible que permitamos la lucha desmedida entre los partidos políticos, de ganar por el ganar y no de que ganamos con ello? ¿Cómo es posible que Carlos Jaliffe, haya perdido la elección para diputado local, si es una persona que siempre se ha preocupado y ocupado por nuestra comunidad y por la problemática de nuestra ciudad, reconocido y premiado nacionalmente por ello, sabiendo todos o debiendo saber, que el ser y el quehacer de las personas se demuestran únicamente con su historia? Hay quienes dicen que le sucedió porque se equivocó de partido, ¿yo me pregunto, se equivocó Carlos Jaliffe o nos equivocamos nosotros los torreonenses?
Muchos torreonenses necesitamos respuestas.
Como dicen los que saben: Hablemos para que nos conozcamos.