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Las laguneras opinan.../Torreón y su alternancia política

Ana Isabel Cobo Celada

En este Torreón mágico, todo sucede y esto lo sabemos bien los que somos y estamos aquí desde siempre. Todo sucede….. y sucedió la alternancia política, la cual, en los últimos diez años ha sido fiel al concepto: uno y uno. Ejemplo único en nuestro país, al cual debemos prestarle mayor atención. ¿Por qué ha sucedido? ¿Por qué aquí sí y allá no? ¿Qué tenemos que los otros no tienen?

Cualquier reflexión en este momento de la historia, en la cual los hechos no han tomado distancia, es difícil, además de ser personal y no académica. Es así que cada quién tiene que buscar la respuesta en los signos de los tiempos.

Yo me imagino para explicármelo, que el suceso está muy ligado a esta ciudad maravillosa, calurosa y polvienta, enclavada en el suelo de un mar ausente. Lejos de todo y de todos, Torreón es paradójicamente una de las ciudades más cosmopolitas de nuestro país. A este terruño, habitado y defendido por nuestros primeros ancestros los valientes irritilas, llegaron muchos otros ancestros de dentro y fuera del país. Casi todos ellos llegaron solos, dejando su estructura familiar y la academia en otros lares. Como único bagaje trajeron todos ellos su herencia cultural y su propia fe, aunadas éstas a la esperanza, la esperanza personal de una vida mejor en base al trabajo y al esfuerzo. Como resultado de este suceso, somos una ciudad que es producto exclusivamente de la cultura del trabajo y del esfuerzo y además, con mucha juventud, ya que todavía no cumplimos ni cien años. Cien años ciertamente son muchos para nosotros los humanos, simples mortales que en ese lapso nacemos, vivimos y morimos; pero para el desarrollo y la civilidad de una ciudad son muy pocos.

Aún más pocos son para Torreón, ya que lo heterogéneo de sus habitantes y los pocos libros, han complicado las cosas. Con tal diversidad de herencias culturales y de fes, la corriente de ideas y de acciones, ha sido muy variada y por lo tanto no ha habido unión, como elemento básico y necesario para la civilidad. Me refiero a todo tipo de ideas y acciones: personales, familiares, sociales, económicas, religiosas, culturales y políticas. Es por ello que aquí sucede todo; somos aún muy primitivos y por lo mismo egoístas y no civilizados; cada quién tira para su santo, no nos pensamos como comunidad, no queremos a Torreón como debiéramos. Basta ver la flora de nuestras calles, por citar un ejemplo, para que se nos concretice esta diversidad de ideas, de egoísmo y de falta de civilidad; nuestras calles parecen viveros. ¿Qué quiere usted? De lo que quiera encuentra: laureles, ficus, jacarandas, lilas, pingüicas, palmas tropicales etc. etc. árboles grandes, chicos, mochos; tristes y sedientos algunos, quemados y helados otros.

Contados Torreonenses han amado y han sabido defender la flora local: los pinabetes, los pirules, los huisaches, los mezquites y las yucas de nuestra región desértica y por lo mismo, es flora que se nos está acabando sentida por tanto desprecio; tan sólo nuestras palmas laguneras se han sabido defender altivas y orgullosas recordándonos quiénes somos y dónde estamos; por ello debemos defenderlas, últimamente se han estado comprando y sacando las de los ejidos para ornar otros lugares; no debemos permitirlo; el que quiera palmas que las siembre, su semilla sobra y es tan generosa que crece rápido pidiendo poco cuidado y agua. Cito el ejemplo de las calles para no herir susceptibilidades, ya que mi intención es la reflexión, pero en muchas acciones reflejamos nuestra falta de civilidad.

¿Pero qué quiere decir todo esto con la alternancia política que se ha estado manifestando en nuestra ciudad? Yo en lo personal creo que mucho, porque la alternancia, como resultado de una votación y por lo tanto de una elección, es un indicador igual de la diversidad de ideas en que vivimos, que en este caso son ideas políticas, que las hemos encausado en los diversos partidos políticos, cauces éstos para la diversidad y la gobernabilidad. Quiere decir, que nos estamos civilizando, tanto y cuando, la mayoría, que somos votantes y no militantes, tengamos plena conciencia de lo que significó nuestro voto y el resultado de éste y la minoría que son los militantes, analicen cada vez, con más esmero, la oferta política de sus respectivos partidos.

Ahora, en la alternancia que se ha dado, debemos reflexionar qué es, para avanzar y no retroceder. Que podemos tener objetivos sociales comunes a pesar de nuestras diferencias. Que por favor los militantes de los diversos partidos políticos esperen las próximas elecciones para contender, mientras tanto, seamos ciudadanos, para con civilidad avanzar por el bien de nuestro terruño y los alternos a trabajar gobernando con esmero para todos cuidando a nuestra región y a nuestra ciudad que tanto lo necesita.

Como dicen los que saben: Alternancia: Hacer varias personas una misma cosa por turno.

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