Las condiciones de vida que sufren los torreonenses que habitan en la Colonia Las Luisas, generan una interpelación a las autoridades de los tres niveles de Gobierno que debe ser escuchada. La colonia referida que se encuentra ubicada al pie de la Sierra de Las Noas al sur de nuestra ciudad, sufre una severa contaminación ambiental, producto de la explotación de los cerros aledaños de los que se obtiene material para la construcción.
Además de generar polvos nocivos para la salud, la extracción de material ha ocasionado la formación de barrancos, en uno de los cuáles perdió la vida un joven al caer en fecha reciente. Al ser cuestionados sobre el particular los funcionarios de Urbanismo y Obras Públicas del municipio, sólo aciertan a contestar que no son responsables de lo que ocurre en el sector, porque el fraccionamiento no ha sido oficialmente entregado por quienes lo construyeron.
Por su parte la titular del Departamento Municipal de Ecología, expresa que la atención del problema corresponde al nivel estatal de Gobierno ante cuyas dependencias manifiesta que ya rindió un informe. Lo anterior corresponde al más puro estilo burocrático que no tiene cabida en los tiempos que corren, en los que las demandas de los gobernados deben ser atendidas con seriedad y diligencia, sobre todo cuando se trata de aspectos fundamentales que atañen a su calidad de vida.
Las empresas que explotan los cerros aseguran que lo hacen conforme a las normas legales, sin embargo, la ubicación misma de ese tipo de plantas no se justifica en un área poblada. El alcalde Javier Garza de la Garza debe ofrecer una respuesta al respecto, pues con independencia de que otros niveles de Gobierno deban concurrir a la atención del problema, las autoridades municipales son las que están en contacto directo con las necesidades de la población.