Reuters
LA PAZ, BOLIVIA.- En un país en el que para la gran mayoría ser político es sinónimo de corrupto, un ex candidato presidencial boliviano devolvió ayer una pequeña fortuna en fondos estatales que le sobraron de la campaña electoral.
La devolución, inusitada en la historia partidaria en Bolivia, fue protagonizada por el líder cocalero Evo Morales, principal dirigente opositor.
"Es una muestra de honestidad y ética", dijo Oscar Hassenteufel, presidente de la Corte Nacional Electoral, en un elogio al gesto del ex candidato y actual diputado.
Morales, un indígena aymara de 42 años, entregó un cheque por 4?476,732 bolivianos (605,000 dólares) que sobraron de los recursos que el Estado entregó al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que lo postuló a la presidencia en las elecciones celebradas en junio.
El político aborigen, jefe de 45,000 familias campesinas que cultivan hojas de coca en el Chapare, en la región central del país, obtuvo un sorprendente segundo lugar en las elecciones y perdió la presidencia en el Congreso, en segundo turno, a manos del empresario Gonzalo Sánchez de Lozada, el actual mandatario.
"Mucha gente me dijo que no sea tonto y que esa plata la haga aparecer como si se hubiera gastado, respaldando con facturas compradas", declaró Morales.
"He lamentado esos consejos y vamos a recomendar que el dinero devuelto sea destinado a refacción de escuelas y para hogares de niños abandonados", agregó.
El indígena izquierdista sostuvo que esos recursos estatales "generalmente son utilizados para comprar la conciencia del pueblo boliviano".
"Nosotros hemos ajustado todas las cuentas y tenemos casi cinco millones (de bolivianos) para devolver al Estado", dijo antes de entregar el cheque.
La legislación boliviana establece la asignación de fondos estatales a los partidos políticos, antes y después de comicios generales, en proporción a los votos obtenidos por cada uno de ellos.
El MAS de Morales, cuya candidatura presidencial obtuvo en junio el segundo lugar con el 20.9 por ciento de votos válidos, recibió algo más de un millón de dólares.
El Estado boliviano asignó, en tanto, al partido del vencedor Sánchez de Lozada, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que obtuvo 22.4 por ciento de los sufragios, unos 2.1 millones de dólares.
Los partidos que reciben financiamiento estatal están obligados a presentar una redición de cuentas documentadas cuatro meses después del acto electoral.
"Las devoluciones son rarísimas y cuando las hay son ínfimas", dijo un vocal que pidió reserva en su identidad.