TORREÓN, COAH.- “Una vez que se murió una señora, una de sus hijas lloraba mucho y pedía irse con ella cuando la estábamos enterrando y se acercó tanto que se cayó a la tumba cuando nosotros echábamos las paladas de tierra, pero rápido comenzó a gritar, ahora para que la sacáramos”, relata Higinio García Méndez, con 43 años de trabajo como sepulturero del panteón municipal de la colonia Aquiles Serdán.
Entrevistado sobre sus experiencias, don Higinio recuerda que desde los 15 años de edad comenzó a trabajar en el panteón y ahí ha permanecido desde entonces. “Aquí tengo también a mi hijo mayor trabajando ya desde hace tiempo”.
Otro recuerdo imborrable, es cuando tenía pocos días trabajando en el panteón y llegó muy temprano a limpiar y regar, acompañado de su mamá. “Eran como las 4 de la mañana y como a unos 70 metros vimos algo que se movía, luego salió del panteón, pero no se oía nada. Iba cubierto con una sábana blanca y como que no caminaba, sino que se arrastraba, pero esa fue la única vez que lo vi”.
Durante un recorrido al cementerio por El Siglo de Torreón, previo al 2 de noviembre, Día de Muertos, don Higinio platica que ya hay muy poco trabajo porque se acabó el espacio y sólo acuden las personas que tienen ya terreno a perpetuidad y van a sepultar otros familiares en la misma tumba.
El panteón municipal No. 1 luce limpio ya, en virtud que una cuadrilla de Promotora Ambiental realizó los trabajos y recoge toda la basura y hierbas.
Por su parte, el administrador de los panteones municipales, José Flores Guerrero, informó que falta limpiar la tercera sección de ese camposanto y ya también se hace la misma actividad en el cementerio municipal 2, de la colonia Lázaro Cárdenas, ubicado a un lado del Panteón Torreón.
Flores Guerrero dijo que en promedio se atienden 13 servicios al mes en el No. 1 y en el de la colonia Lázaro Cárdenas son más, ya que existe más terreno en ese lugar.
Hizo hincapié que el Día de los Fieles Difuntos no se permitirá el uso de agua, por lo que se les pide colaborar con esta medida sugerida por las autoridades de Salud, para evitar la proliferación de mosquitos transmisores del dengue.
Don Higinio dijo por su parte que una vez pasado el 2 de noviembre, “el panteón se ve muy bonito lleno de flores, pero también queda muy sucio”.