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Ciudad del Vaticano, A tres días del primer aniversario de los atentados contra Estados Unidos, el papa Juan Pablo II pidió ayer a la humanidad usar la oración como antídoto ante “eventos dramáticos que crean angustia, incertidumbre y miedo”. Al presidir ayer por la mañana la misa dominical del Angelus desde su residencia de descanso de Castelgandolfo, el Pontífice exhortó a la humanidad a estar unida y a pedir a Dios “justicia y paz”.
“Asistimos no raramente, desgraciadamente, a eventos dramáticos que siembran en la opinión pública turbación y angustia”, dijo Juan Pablo II al señalar que el hombre moderno a menudo se siente impotente ante diversos acontecimientos.
“El hombre moderno parece seguro de sí y, sin embargo, especialmente en ocasiones cruciales debe enfrentarse a su impotencia: experimenta incapacidad de intervenir y, en consecuencia, vive en la incertidumbre y en el miedo”, agregó el Papa.
Para el máximo jerarca de la Iglesia católica, es en la oración hecha con fe en donde está “el secreto para afrontar, no solamente en las emergencias, sino día tras día, las fatigas y los problemas personales y sociales”.
“Quien reza no se desalienta ni siquiera ante las dificultades más grandes, porque siente a Dios cerca y encuentra refugio, serenidad y paz entre sus brazos paternos”, aseguró el pontífice. Juan Pablo II pidió a los fieles “permanecer unidos como hermanos, responsables los unos de los otros, para pedir al Padre aquello que hace bien a toda la humanidad, sobre todo la justicia y la paz de las que los hombres tienen tanta necesidad”.
El Papa lucía ayer domingo en buenas condiciones de salud y fue ovacionado por cientos de peregrinos de todo el mundo que se dieron cita en el patio del palacio apostólico de Castelgandolfo.
En forma previa, la policía detuvo a un hombre completamente desnudo que buscó entrar en la residencia de Castelgandolfo gritando que quería ver al Papa, sin que el incidente pasara a mayores.