Reuters
SANTIAGO DE CHILE.- Patrullas de rescate recuperaron ayer los cuerpos de cuatro de siete excursionistas que se extraviaron en un glaciar de la zona austral de Chile, golpeando las remotas esperanzas de sus familias y de las autoridades de encontrarlos con vida.
Un grupo de diez andinistas chilenos ?nueve hombres y una mujer? de la Universidad Santa María de la ciudad de Valparaíso habían iniciado hace diez días el ascenso del monte San Valentín, una difícil cumbre situada junto a un enorme campo de hielo a unos 1.900 kilómetros al sur de Santiago.
Sin embargo, las malas condiciones climáticas obligaron al repliegue de la expedición. Sólo tres excursionistas lograron llegar a salvo al pueblo más cercano evadiendo el intenso frío, la ventisca y los constantes aludes. Los demás quedaron a la deriva, esperando una ayuda que demoró demasiado en llegar.
"Se encontraron cuatro de los siete cuerpos. Corresponderían a los excursionistas extraviados, pues es el único grupo que se ha reportado perdido en la zona", dijo vía telefónica el comandante Jaime Carrasco de la Fuerza Aérea de Chile, institución que colabora en la búsqueda de los deportistas.
Los cuerpos de los excursionistas, casi congelados por los 30 grados bajo cero que imperaban en la zona, fueron trasladados a la morgue local para su identificación. En todo caso, la policía y funcionarios judiciales aseguraron que se trataba de los universitarios perdidos.
Esperanza se apaga
Los jóvenes sobrevivientes, fuertemente afectados por la suerte corrida por sus compañeros, no quisieron conversar con la prensa, pero amistades comentaron que gracias a que se resguardaron en una grieta de la montaña capearon una peligrosa tormenta de nieve con vientos de más de 100 kilómetros por hora.
El resto de la expedición no habría soportado los rigores del clima y habrían caído mientras descendían.
"Iban juntos y lograron resguardarse en una grieta, pero por más que haya estado cerca de los demás no los iban a ver, porque hay viento blanco y no se ve absolutamente nada", comentó a periodistas María José Escobar, compañera de anteriores excursiones del grupo.
Pese al hallazgo de los cuerpos de los cuatro andinistas, amigos y familiares aún esperaban un milagro para encontrar vivos a los otros tres integrantes del grupo que, según sus compañeros, poseían víveres para soportar una semana en el inhóspito glaciar.