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Los dos Méxicos/Del tintero

Fidencio Treviño maldonado

Nuestro país está dividido por grandes barreras, infranqueables e ignominiosas bardas que son insalvables aduanas del status social, donde florecen monumentales utopías, que entre ambigüedades y ambivalencias, cada día crecen en un estado también lleno de irrealidades y controversias. nación con encantos y desencantos que a la vuelta de la esquina se diluyen. Estas son algunas de las mil y una antítesis de nuestros gobernantes.

*País donde un partido nos gobernó durante más de 70 años y aún pregona que le debemos rendir pleitesía y sumisa obediencia, es más se auto nombran benefactores del pueblo.

*Sistemas emanados del poder en donde la educación pública y según los preceptos filosóficos del artículo tercero constitucional debería ser gratuita, laica y obligatoria y sin embargo del Estado sólo ocurren los hijos del pueblo. Los parientes de los que nos gobiernan, están en escuelas privadas, donde ni son públicas, casi nunca laicas y desde luego nada es gratuito en esos colegios.

*Nación la nuestra perteneciente ya al Tratado de Libre Comercio y otros acuerdos neoliberales. Tratados protocolarios donde sólo se benefician los ricos y sirve para abrir más la brecha entre la descomunal distancia de ricos y pobres y de paso desnudar la miseria en que más de 40 millones de pobres ambulan sin rumbo, acuerdos que dan la puntilla al campo y a miles de jóvenes se les enseña a sobrevivir con sueldos de miedo en las esclavizantes maquilas.

*Ciudades de nuestro territorio, donde aún a los miles de niños de la calle se les considera sólo una cifra y no una vergüenza social como debería ser o en el peor de los casos, el fracaso total de las estrategias políticas y económicas mal empleadas y peor manejadas.

*Bonito pueblo donde el salario mínimo para el obrero y trabajador del campo es decretado y entre fanfarrias se publica y se le da gran difusión como un logro sindical patronal, seudo revolucionario y hasta social. El salario de los políticos, funcionarios y jefes de secretarías nadie los conoce y mucho menos se publican. sin embargo los gobernantes a cualquier nivel argumentan haber dado un paso más en la democracia con un rasgo llamado transparencia sobre los recursos del pueblo.

*Desaseos judiciales, donde el robar o defraudar miles de millones de pesos o dólares, en México es considerado un delito NO GRAVE, mientras el robar $500.00 o una plancha doméstica por un ciudadano común, es ser merecedor a una condena de hasta siete años de cárcel, impuesta por los celosos guardianes de la espada de la justicia.

*México por más de 70 años gobernado por dedocracias y ahora ostentado por una desarticulada democracia ,donde el Ejecutivo, Legislativo y el Poder Judicial viven un eterno divorcio. y como las mulas de don Simón (nomás cuando beben agua se juntan) y después cada quién jala pa´ su surco.

*Universidades Autónomas las nuestras que son mantenidas con lana del pueblo y ellos (gobernadores y rectores) la manejan a su entera soberanía, lo que le da derecho al gobierno de poner y disponer por dedazo a los rectores y al no completar con la lana del sufrido pueblo todavía cobran cuotas de inscripción, semestres y otras prebendas para colmar y llenar la megalomanía y la bolsa de los rectores en esa misma pregonada, trasnochada y transolada autonomía, con dinero ajeno (de Juan pueblo), mientras en el verdadero México miles de jóvenes y sus padres afanan por tener cabida en esas escuelas, y vaya frustración al no encontrar acceso a esa trillada autonomía.

*La sociedad perpleja por años se ha preguntado ¿qué se puede esperar de políticos que argumentan, -el vivir fuera del presupuesto es vivir en el error- y donde diputados y senadores se autorizan los incrementos cuando les viene en gana y donde los puestos son para servirse y no para servir a quien les paga?

*México lindo y querido, con cientos de programas de asistencia social que cada gobierno inventa, so pretexto de remediar algo que no tiene remedio, llamado miseria y sin embargo en cada programa o “aspirina” se fragua una camada de nuevos ricos, esto también a nivel estatal y municipal.

*Pensiones de miseria que reciben quienes en un taller, en una mina, en alguna dependencia del estado o patronal dejo sudor, lágrimas y sangre y más allá de los $1,000.00 (mil pesos) por mes, el ex trabajador tendrá que librar una desigual batalla con la burocracia de los institutos para obtener este logro emanado de “la Revolución”... Mientras alguien por ahí sin despeinarse con sólo haber participado en la política o jugando con las finanzas del pueblo, obtendrá $85,000 o más pesillos al mes.

*Diputados y senadores que son mantenidos con buenas y cebadas dietas, desde luego pagadas por el presupuesto y que son unos verdaderos desconocidos para el pueblo y si algún día se sabe de ellos es sólo por un escándalo de los muchos que día a día celebran, como si fueran unos adolescentes o juniors de la época de los setenta.

En fin, dos mundos en un solo país, el de la cúpula donde los negocios oscuros son la constante y costumbre cotidiana, mientras por el otro lado una clase que se debate ante la canasta básica para subsistir y tratando de no caer en ser sólo parte de la estadística de los miserables. Utopía la nuestra de vivir en un México de muchas facetas, dos caras e infinidad de máscaras, que cada seis años tenemos por decreto que soportar y casi siempre sumergidos en ese atavismo de idiosincrasia lesiva y plausible con la eterna búsqueda de voluntades encontradas, voluntades que, en la mayoría de las veces, si no que siempre, impuestas por unas cuantas personas: los dueños del país.

Correo.e-linga_1031@hotmail.com

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