Siempre se ha sabido que beber alcohol regularmente, puede añadir centímetros a su cintura. Pero las calorías que contiene el alcohol no son las únicas culpables. Cuando usted bebe, quema las calorías más y más lentamente, y la grasa que no se quema, se va almacenando en el abdomen, las caderas y los muslos. En un estudio conducido en la Universidad de Luasanne, de Suiza, ocho hombres bebieron el equivalente a seis bebidas diarias en un período de 48 horas. Los hombres quemaron una tercera parte menos de grasa, en comparación con la que quemaban días antes de tomar las bebidas alcohólicas. Esto significa que el alcohol puede obstruir, incluso ocasionalmente, el metabolismo de las grasas. Así las cosas, sería muy aconsejable que cuando la gente bebe alcohol, coma menos grasas, pues ya se sabe de antemano que las van a quemar con más lentitud. Pero, todavía más preferible sería que no comieran tantas grasas, a la vez que eliminan el alcohol. Hay vida sin alcohol, como lo muestran tantos alcohólicos rehabilitados.