GÓMEZ PALACIO, DGO.- “Es fácil decir que hay arsénico en el agua, pero hay que demostrarlo”, dice Salomón Olvera Leyva, jefe de la Jurisdicción Sanitaria número 2, respecto a la reciente declaración del titular de Salud Municipal en Lerdo, Luis Araujo Longoria.
El funcionario estatal dice que se debe tener cuidado con el manejo de la información peligrosa y dice que sería interesante saber si se tomaron muestras, dónde se analizaron y qué resultados se obtuvieron antes de hablar de la presencia de arsénico.
“La responsabilidad de dotar de agua a la población es del Ayuntamiento, y existe comunicación para monitorear el cloro residual, buscando que el agua se mantenga en los límites permisibles”, comenta el doctor.
También se cuenta con la colaboración de la Comisión Nacional del Agua para realizar los monitoreos del agua, y al respecto Olvera Leyva dice: “ellos aplican estudios físico-químicos que son muy costosos”.
Los resultados obtenidos indican el porcentaje de sales minerales que se encuentran en el agua para determinar que puede consumirse, en caso contrario se trabaja para obtener plantas purificadoras o se extrae el agua de otros pozos como en el caso de Tlahualilo.
“Los minerales son indispensables en el agua, de lo contrario se pueden crear enfermedades como el bocio, cuando se detecta casos sospechosos de arsénico, se ordenan dos pruebas más y en caso necesario se aplica una tercería”, dice Salomón Olvera.