El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Magia, experiencia, amor, piano, vida... Roberte Mamou. Esta mujer consagrada en cuerpo y alma al piano desde los cuatro años de edad, actuará esta noche por primera vez con La Camerata de Coahuila, en un concierto que promete conjuntar la delicadeza del instrumento y la energía de la orquesta.
Hoy, en punto de las 20:30 horas dará inicio el III Concierto de la segunda temporada de La Camerata, misma que de nueva cuenta presentará un repertorio de los mejores autores acompañada por una artista de gran nivel: Roberte Mamou.
La velada iniciará con Obertura a Il Signor Bruschino, ópera en un acto compuesta por Rossini en 1813. Posteriormente tocará el turno de Concierto para Piano No. 12 de Wolfgan Amadeus Mozart, y complementarán el repertorio Brook green Suite de Gustav Holst y el Concierto Dumbarton Oaks de Igor Stravinsky.
Esta noche el maestro Erasmo Capilla –quien actualmente se desempeña como Subdirector y Concertino invitado para esta segunda serie de conciertos- serán quien dirija la orquesta.
El siguiente recital de temporada de La Camerata de Coahuila será el 27 de septiembre, donde actuarán en la viola Ioulia Mokhnatkina y el director Jesús Medina, presentación que como en todos los conciertos de la orquesta se realizará en el teatro Isauro Martínez.
Su país: la música
El teatro Isauro Martínez esta vacío. No hay luces ni público, sólo un piano instalado sobre el escenario. Llega Roberte Mamou acompañada de su esposo y traductor, se ilumina el foro.
Su rostro y actitud no coinciden con las de la gran artista que es. Aunque ya ha venido a México a tocar en varias ocasiones, es la primera vez que actuará con la Camerata.
Vivió su infancia y juventud en Túnez –su lugar de origen-. Empezó a tocar el piano desde los cuatro años, “Aprendí a leer música y a tocar el piano antes que leer palabras”, dijo.
En su país natal ejecutar ese instrumento es parte de una educación normal, entonces cuando se casó tuvo mejor armonía y lo tocó mejor.
Christian De Groote, esposo de Roberte, dice que para ella su país es la música. “Para Roberta, la música es el centro de su vida. Por supuesto que tenemos hijos, entonces cuando nuestro hijo o hija tienen problemas, ellos no tienen a su madre cerca, entonces se preocupan, pero yo estoy listo para decirles que el centro de la vida de Roberta -en la mañana y en la noche- es la música, sobre todo cuando ella se va a la cama y duerme.
“El piano es muy completo, es por sí mismo valioso, como las pequeñas orquestas. Es un instrumento muy rico en el que puedes tocar obras completas, como las sinfonías, como instrumento principal... el piano se toca solo y acompaña muy bien a otros instrumentos, pero por sí mismo el piano es todo”, enfatiza.