Agencias
MÉXICO, D.F.- El Auditorio Nacional se llenó este jueves por la noche para ver sobre el escenario a un Maná que se vació hasta la extenuación y que ofreció seguramente sus 17 mejores canciones durante un concierto vibrante, sólido desde el comienzo hasta el final, y que debe ser reconocido por su extraordinaria calidad en el sonido, como viene siendo una feliz costumbre en el grupo tapatío.
Porque, a pesar de los gastados discursos de su cantante, Fher Olvera –no por oportunistas, para nada, sino reiterativos y hasta un poco demagogos-, ver sobre el escenario una propuesta musical tan contundente, en especial el impresionante derroche físico del baterista Álex González y las elegantes prestaciones en la guitarra de Sergio Vallín –el restante, Juan Calleros, el ‘Maná Mudo’, tampoco se queda atrás, pese a su patente conformismo-, son casi una obligación para quien guste del virtuosismo en el pop, rock o lo que sea que califique a Maná.
Sin embargo, el único lunar en el espectáculo fue la ausencia de grandes sorpresas, como explicaba el cuarteto esta misma semana, pues no había videos para todas y cada una de las canciones, es decir, que todo lo que no fuese musical no era precisamente deslumbrante, pero esos ‘detalles’ no merecen ocupar ni siquiera un comentario ante tan magnífico desarrollo del concierto.
Luego de 40 minutos de apertura del show a cargo del novel grupo de rock Pito Pérez, también de Guadalajara y compañeros de disquera del anfitrión –ellos se lucen, pero las canciones son flojas-, el inicio del primer concierto de Maná en la capital en tres años, si se exceptúa Unidos por la Paz, tuvo un prólogo antibelicista, con las pantallas mostrando imágenes de las guerras del siglo XX, y de lleno la banda arranca con Justicia, Tierra y Libertad, del flamante lanzamiento Revolución de Amor.
Hasta cinco temas del último álbum interpreta Maná para sus fans, como son la citada y Ay, Doctor, Eres Mi Religión y Fe, pues Ángel de Amor se queda guardada para el regreso al escenario, y todas ellas se alternan entre los varios éxitos de sus casi dos décadas de trayectoria después de terminar como Sombrero Verde.
El grupo siempre saluda al público capitalino, al cual decía extrañar, y le agita, le provoca, le exalta, le entrega buenas dosis de rock con matices de reggae conducido con la inconfundible voz de Fher pidiendo amor, paz, valor, justicia, honestidad, solidaridad, civismo o cuidado con el medio ambiente según sea el caso.
Todos los ingredientes del concierto cumplen de sobra las expectativas del público, de los 10,000 asistentes al primero de cuatro conciertos en el mismo recinto, sobre todo por la decisión de Maná de incluir sus más populares melodías en la lista, tales como Vivir Sin Aire, Rayando El Sol, Clavado En Un Bar, Cómo Te Deseo, Oye, Mi Amor y Corazón Espinado, el tema creado al lado de Carlos Santana.
En la mitad del recital hay merecida cabida para que Álex y Sergio entreguen lo mejor de sí, cada uno a solas. El silencio se rompe en primera instancia con una impecable demostración de fuerza, destreza y sabiduría del simpático baterista, de origen cubano. Son casi tantos los minutos que dedica como piezas de percusión las que aporrea frenéticamente, poseído por una bestia diabólica. El polo opuesto lo representa Sergio, quien decide empezar una breve secuencia con la guitarra eléctrica, virtuosa pero no acelerada, y concluye con la acústica una ejecución elegante, refinada, de maestría.
Fher besa a la bandera mexicana entrelazada con el símbolo de la paz al terminar la fiesta, como tantas otras veces lo ha realizado, y agradece la unánime entrega de la gente. Ahora le toca a esta corresponder, si lo desea, con ayuda en las causas ecologistas o sociales encabezadas por Maná, aunque el grupo se conformaría tan sólo con que no volvieran a comprar un miserable disco pirata.
Sus Grandes Éxitos en vivo
Todos los ingredientes de un concierto de Maná cumplen de sobra las expectativas del público asistente, sobre todo por la decisión de incluir sus más populares melodías en sus presentaciones.
Justicia, Tierra y Libertad
Oye, Mi Amor
Ana
Cuando Los Ángeles Lloran
Se Me Olvidó Otra Vez
Te Solté La Rienda
Ay, Doctor
Eres Mi Religión
Me Vale
Corazón Espinado
Fe
Vivir Sin Aire
Cómo Te Deseo
Rayando El Sol
Ángel De Amor
Clavado En Un Bar
En El Muelle De San Blas
FUENTE: Agencias.